APRECIACIONES Y VALORACIONES TÉCNICAS SOBRE LA OPTATIVIDAD EN EL IES TORRE DEL REY, AHORA QUE QUIERO MARCHARME (II):LA OFERTA DE OPTATIVAS: EL PRIMER PASO
Antes de entrar a considerar los criterios que llevarán a decidir qué asignaturas optativas salen y cuáles no, es muy importante tener muy claro qué se va a ofertar en el sobre de matrícula. A partir de ahora me centraré exclusivamente en 2º de Bachillerato.
La oferta de optativas es crucial, y debe estar basada en los siguientes parámetros básicos: tamaño del Centro (en cantidad de alumnos previsiblemente matriculados), modelo educativo y plantilla (tanto número de docentes como sus especialidades y las necesidades de horas de determinados departamentos; aunque esto último es la pescadilla que se muerde la cola: también la configuración de la plantilla se va haciendo en función de esta oferta, especialmente en relación con compañeros interinos).
Puede ser muy bello saber que tu Centro plantea una amplia oferta: abres el abanico, no solo al alumnado, que entiende que tiene más libertad de elección, sino asimismo al profesorado, que observa en el sobre asignaturas que pueden suponer dedicarse a su especialidad, completar horario o que aparezcan asignaturas que les resulten atractivas de desarrollar en el aula. Pero por eso mismo hay que actuar con responsabilidad y moderación en la oferta, pues generar expectativas que luego no se pueden llevar a cabo generará frustraciones en ambos sectores, que no van a ver cumplidas sus previsiones, llegando a sentirse agraviados (en los alumnos: "¿Por qué los de Ciencias sí y los de Humanidades no?" o "¿Por qué mi compañero sí y yo no?" y lo mismo entre Departamentos y profesores). Hay que plantearse una visión realista del asunto, especialmente si el Centro es pequeño o mediano. En el caso del IES Torre del Rey, en Pilas, se trata de un Centro que, a medida que ha ido perdiendo profesores por los recortes, ha aumentado la oferta de optativas de una oferta ya de por sí amplia y asimétrica, en mi opinión. El IES Antonio Machado, de Sevilla, que puede considerarse un centro espejo desde el punto de vista de número de alumnos, plantilla y otros factores, plantea como oferta de optativas las propias de modalidad y TIC, y nada más. A nivel organizativo, de grupos, de horarios y de atención a la ESO es bastante más realista y efectivo, en mi opinión, que el nuestro. Si tenemos en cuenta que para el curso que viene volvemos a perder grupos en el Bachillerato, la cuestión se complicará más y se generarán sin duda tensiones en el momento en que se pierda una submodalidad (¿Tecnológico?) u optativas ya ofertadas con anterioridad. Era el momento de cerrar, no de abrir el abanico.
Tampoco este curso se está respondiendo en este sentido a un modelo claro, sino que se ha seguido el mero criterio, una vez más, de dejar todo como estaba, con el añadido de ampliar la oferta con la sola justificación que todas las optativas que pidieran los Departamentos se ofertarían (lo que, por otra parte, va en detrimento de determinadas optativas de modalidad; aún no entiendo por qué Lengua no ha protestado, pues no se ha ofertado la de Periodismo y no ha salido, por interferencia de estas otras, Literatura Universal, y si se arguye que somos instrumentales y tenemos que centrarnos en la ESO, haremos notar más adelante que se oferta y se saca Estadística... ¡incluso para alumnos de Ciencias Sociales, que ya tienen sus Matemáticas específicas!).
En general, en cuanto a la oferta, existen dos modelos en polos distintos, y posibles variaciones y combinaciones. De una parte, podemos ser un Centro con un modelo abierto de optativas. Es decir, se oferta todo lo ofertable, y que la matriculación decida. Ofrecemos así a priori una mayor opción y libertad de elección, pero complicamos muchísimo la organización del Centro (el Jefe de Estudios debe emplearse a fondo para cuadrar esto). El alumno puede orientar mucho sus estudios: si quiere presentarse a muchas pruebas en Selectividad, o quiere tener una sólida y exigente formación, elegirá las de modalidad, pero si prefiere aligerarse de tanta presión y aumentar su nota en Bachillerato, o sabe que tiene dificultades, elegirá Optativas sin examen en Selectividad, que en general suelen resultarles más agradables y fáciles de aprobar. Por contra, este modelo, que está muy bien y es viable en Centros grandes, presenta varios inconvenientes: el adolescente decide de manera libre sin una guía-modelo del propio Centro (y más si no tiene parceladas, dentro de cada Modalidad, Submodalidades, y no obliga, por ejemplo, a que un alumno del Tecnológico curse Física: este sería el modelo más libre), lo cual no siempre es lo más beneficioso para él (depende de su grado de madurez) y va a ocasionar que muchas asignaturas ofertadas no salgan, otorgando "de resultas" optativas no deseadas al alumnado. Un modelo más cerrado es mejor para la organización del Centro (es más viable), especialmente en Centros medianos o pequeños (y el nuestro es mediano transformándose en pequeño: ¿perderemos el Adjunto?). Permite orientar a un modelo más específico de Bachillerato y asimismo salvar modalidades u optativas que se quieren salvar por algún motivo perentorio (por ejemplo, Latín y Griego salva las horas al compañero de clásicas y, en cierto modo, la Submodalidad de Humanidades). Hablará mucho de si se quiere un Bachillerato serio, firme y orientado a la PAU o bien más liviano, tal vez creativo y orientado a carreras muy específicas (Derecho porque hay alumnos que van a estudiar Derecho; Educación Física porque hay alumnos que quieren estudiar el módulo o carrera de Educación Física). En esto, Consejo Escolar, ETCP, Claustro y, sobre todo, Equipo Directivo, tiene que plantearse muy bien qué hacer conforme a la realidad de su Centro y el modelo que desea desarrollar.
Imágenes: http://www.bancodeimagenesgratis.com/2012/02/20-imagenes-bonitas-para-ver-disfrutar.html
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