sábado, 28 de febrero de 2015

Uso del lenguaje y conexiones literarias en "El espíritu del vino" de Héroes del Silencio



COMENTARIO LINGÜÍSTICO Y LITERARIO DE EL ESPÍRITU DEL VINO, DE HÉROES DEL SILENCIO



INTRODUCCIÓN: LA AMBIGÜEDAD EVOCADORA

Escucho últimamente bastante, en mis pequeños trayectos, el álbum El espíritu del vino de Héroes del Silencio. Se solía decir, y aún hoy, e incluso ha quedado escrito, que las letras de las canciones de este grupo son de carácter críptico.
     Efectivamente, son letras difíciles de entender. Se inclinan hacia una especie de post-culteranismo y, aunque no se entiendan plenamente, crean un ambiente que suele gustar: de trascendencia, de haber descubierto la verdadera realidad tras la apariencia de las cosas (simbolismo), de traer grandes tesoros tras variadas experiencias, de conectar con un espíritu renovado con lo joven y moderno, y con lo universal, ... Y más en El espíritu del vino, con un marcado toque orientalista ("Flor de loto" es el tema más explícito a este respecto).

     Al hacerse difícil, por no decir imposible, desentrañar el significado "último" (más bien, primero) de lo que cada canción quiere significar, es decir, el no desvelarse de manera intencionada los referentes que, como mínimo, inspiran cada canción, no solo se crea el ambiente antes mencionado, sino que se da pie a la ambigüedad poética, adoptando cada poema, así, multiplicidad de significados, no tanto por las posibles interpretaciones que le pueda dar cada receptor (oyente) al intentar razonarlas, sino sobre todo por el potencial emocional del que cada cual podría dotarlas, y más si lo vincula a un estado o vivencia personal, o a una época. Los textos, así, más que significar, pasan a sugerir y evocar, y en ocasiones a invocar y a convocar. 


     La trágica historia de la sirena varada (¿trágica?, ¿historia?) puede hacer que nos identifiquemos con ella y que pase a tener significados incluso opuestos; el mendigo que siempre está a su lado, su compañero de viaje, tanto puede ser para cada cual la amenaza de ruina, la muerte que se anuncia, el pecado, un problema concreto, una tara, un amigo, la sabiduría, el instinto, el pasado, lo que uno debería haber sido (el yo ideal), ... ¡Y de cuantas formas se puede gritar al viento: ¡Puedes contar conmigo!! ¿Y qué decir del escalofriante También vendrás tú?

     Por eso, perdónenme, es estúpido preguntarse qué significa exactamente cada canción. Por eso, y porque el autor no quiere que se sepa de manera explícita y concreta. Algo que se agradece, por cierto, porque en lugar de contarnos una anécdota personal, de revelarnos a las claras un pensamiento o sentimiento, lo formula de modo que se conecte con lo ESENCIAL del caso (de la sensación, del razonamiento, de la relación, ...) y se EXTIENDA, por falta de concreción, a muchos casos y realidades en mayor o menor medida conectados con el original.
     Además, aquí opera una especie de recurso, o macrorrecurso literario, el ENIGMA. Son letras marcada y enérgicamente enigmáticas, y son así a propósito.
     Tengo la impresión, y aquí me aventuro un tanto, de que Bunbury (o Héroes, el autor, en definitiva), consigue el objetivo personal de dar cauce a la expresión de vivencias, pensamientos y querencia estética propia, de un lado, sin exponerse individualmente, y de otro, lograr la ambigüedad poética y el objeto estético. El aire de misterio que encierra el estilo de escritura del autor es parte de su encanto y sello distintivo.





RECURSOS LINGÜÍSTICOS Y LITERARIOS


Entre los muchos recursos que usa, están un vocabulario muy escogido (aunque no oscuro); la aparición de diversas personas (el yo, el y el nosotros son los más habituales; pero también el ellos), contribuyendo a la impresión de vivencia individual, relacional y grupal (endogrupo y exogrupo): en general, consigue así el movimiento en diferentes planos, muy dinámico, además del efecto de comunicación real; no existe, por otro lado, ningún descanso: cada frase, cada sintagma, está dotado de alta significación (no hay, o no se notan, las frases de relleno, las oraciones típicas o previsibles), lo que otorga trascendencia a cada verso; una conexión débil entre enunciados (ambigüedad a nivel de cohesión textual, aunque es buena, y especialmente de coherencia textual), aunque formalmente una frase deriva a otra; uso de interrogaciones, exclamaciones, palabras de connotación afectiva, citas y entrecomillados; imágenes de distinto tipo, tanto cultas (escenas de cine) como de condición popular (juego en el almacén, tabernas); 


alusión a personajes mitológicos, prototípicos; gran cantidad de tropos, siendo la metáfora y el símbolo ("flor de loto") muy frecuentes; he creído observar en algún caso que el supuesto desvelo del término real (metáfora impura) puede ser a su vez otro término imaginario (metáfora en la metáfora: matriuscas) -esta afirmación es una impresión derivada de la sucesión de símiles y metáforas en las distintas frases conectadas sintáctica pero tal vez no semánticamente; quizás no sea cierto: refutaré mi propia afirmación o la confirmaré con un ejemplo en breve-; uso natural, y sin romper el tono del discurso, de palabras en principio inesperadas y de difícil encaje, que contrasta con la exquisitez del vocabulario escogido en general: letrinas, masturbación, avío, ...

     (En lugar de preñar cada afirmación con multitud de ejemplos, iremos comentando canción a canción en sucesivas entradas en este blog).

SIGNIFICACIÓN, SENTIDO Y CAMPOS SEMÁNTICOS RELEVANTES

     Ahora bien, que el texto sea hermético o críptico, o difícil, no significa que esté vacío. Una cosa es jugar con palabras, conectarlas al azar, hacer frases sorprendentes o bonitas o sugerentes y enlazarlas sin sentido (y eso tiene también su valor, que no debe despreciarse, como decía el malogrado Rafael de Cózar) y otra distinta es crear textos con un significado oculto, o declaradamente oscuro. Yo no veo que las canciones de Héroes del Silencio no tengan sentido. Lo que creo es que no nos es dado conocerlo, ni importa más ese significado primario inalcanzable que los que adopta después.
     Las letras de Bunbury aquí tienen mucho de vivencia personal y de su digestión. Aparece el pecado (tus errores, lo que te atormenta, la disonancia cognitiva, la dificultad de ser coherente), la tentación, los palos desde fuera pero, sobre todo, desde dentro de uno, nuestro lado oscuro, las expectativas y esperanzas truncadas, o no del todo cumplidas, con respecto a la religión, el arte, la filosofía y el acervo popular. 

     Creo intuir que la experiencia sexual en su faceta traumática y generadora de interrogantes morales y de conocimiento personal está muy presente. Si se trata de una obsesión, de una práctica concreta, de un deseo, o simplemente del sentimiento adolescente de culpabilidad después de una masturbación, eso no lo sé, nunca lo sabré, ni lo quiero saber. Tampoco me importa si Bunbury es un libertino o un reprimido, si tiene escrúpulos o si no, si es su conciencia que le martillea o si habla de ello con ligereza para referirse a otras cosas. Sé que puedo aplicar sus letras a mí mismo y que me puede resultar de ayuda si lo giro, como un catalejo o un caleidoscopio, adonde me toca, adonde lo siento significar.
      Aparece como imagen, y con diferente matiz, el juego de azar. Existe, asimismo, una referencia explícita al hecho de beber alcohol, así, tal cual. Podría tratarse, el espíritu del vino, no de magia chamán, sino del disfrute moderado del alcohol, conectándolo con su parte social (encuentro amable) y trascendente (el vino adquiere referencias religiosas, como también fumar -la pipa de la paz- en otras culturas), y que esté protestando contra un abuso que le quita el sentido y la fuerza ("Las bebidas psicoactivas no bombean suficiente"); contra el alcoholismo y el malbeber típico de esa (esta) generación.

     O no. También podemos pensar que es una metonimia y hay que trascender el tema del alcohol y llevarlo a otras esferas, y referirse a la unamuniana ansia de eternidad ("¿estás dispuesto a devorar estrellas que sacien tu sed?"), a la angustia existencial, a la sensación de que nos falta algo y no sabemos cómo incorporarlo. O que se trivializa.
     Tanto en la sexualidad como en el alcohol, entendido como su ingesta literal o metonímica, hay ciertas conexiones con la espiritualidad, no necesariamente orientalista; de hecho, y será porque yo lo soy, encuentro explicaciones desde las creencias cristianas y su espiritualidad a los fenómenos a los que parece aludir el grupo. La ya mencionada frase "podría tratarse de magia chamán", referido a occidente y su miedo, alude a un concepto que escapa de lo racional, es decir, que movimientos históricos de naciones, decisiones individuales, tendencias, mente repentinamente obnubilada, el destino, ... pueden tener explicación en una realidad superior que influye en la inferior, en batallas espirituales tras el telón de la "realidad". Y, por otro lado, esto de querer desansiarnos comiendo y bebiendo apunta, seguramente que de forma inconsciente, al hecho señalado por C. S. Lewis que basaba el pecado, el mal proceder del hombre (su egoísmo) en querer comernos a los demás (anulándolos, aprovechándonos del prójimo, rebajándolos, humillándolos, hasta llegar a veces al homicidio y al borrado de la memoria de su existencia) en una actitud contraria a la del cristiano, en una constante necesidad de saciarse sin llegar a conseguirlo nunca, como en los terribles castigos griegos al estilo de Sísisfo.
     
     Hay aquí, en fin, un reconocimiento de culpa ("no ignoramos nuestros excesos", se confiesa desde el principio; un tema se llama "Culpable", precisamente), pero asimismo un intento de sobrellevarlo ("¿Quién sabe si es mejor así?") si no es posible superarlo ("me negaré del todo" es una frase que nos lleva directamente al "... niéguese cada uno a sí mismo, ..." de Cristo, aunque también remite a los estoicos, dependiendo del después de ese negarse y su para qué).
     Sin embargo, esta culpa y su sincero reconocimiento no resta fuerza moral para protestar ("... pero tu sola presencia me enferma y me vacía", sin saber si refiere a una persona como en "Entre dos tierras", o a una situación, a una institución, a una sustancia, a uno mismo, ...). Se ponen sobre el tapete el yo íntimo y el yo social, es decir, el quien soy por dentro y el que ven los demás (un poco como explica Unamuno en Del sentimiento trágico de la vida): "la apariencia no es sincera", algo que forma parte de la experiencia de todos. También aparecen los estándares del yo (lo que querría ser, lo que debería ser).

FINALE: KAKEKOTOBA Y EL LIBRO DE JOB

     Quiero ahora, para terminar este artículo extenso que dará paso a otros más breves, uno para cada tema musical, centrarme en dos cuestiones muy concretas. La primera es muy personal, pero creo que ilustra muy bien lo que dije al principio de la ambigüedad poética; lo segundo, es por aprovechar.

     No creo, no por prejuicioso, sino por improbable, que la letra de una canción de Héroes del Silencio haga referencia al libro bíblico de Job, el más antiguo, aunque quién sabe. Yo lo "he visto": será porque estoy afrontando por segunda vez, en edición reestructurada, el delicioso Desde el torbellino, de S. Stuart Park (ed. Camino Viejo/ANDAMIO). Son meditaciones, reflexiones, 365 en total, basadas en pasajes del libro de Job. Sea como sea, consciente o inconscientemente, resuena el eco del sufriente Job aquí:

Pierde el cielo equilibrio,
cae derrumbado encima de ti, [...]
¿Duele el dedo en la llaga?
Contempla el vacío desde este rincón.
Muérete a solas, nadie te enseña.

     El muérete a solas del último verso son las palabras del abandono de su mujer, cuando ya hasta Dios le había dejado: Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete (Job 2:9). También el nadie te enseña, que aparecerá después, cuando su amigo Elifaz le recuerde que en tiempos de prosperidad él enseñaba a otros, pero se equivoque con palabras ciertas ("la apariencia no es sincera"), y en lugar del consejo veraz y el consuelo haga otra cosa, añadir mal al mal, "meter el dedo en la llaga", para mayor dolor y sufrimiento. La soledad total incluso en la compañía de los que se han acercado a condolerse de él. Nadie le enseña; Dios no le guía: le ha abandonado. Sus amigos le aleccionan, pero no le muestran su realidad (no pueden); ningún amigo le dice "¡puedes contar conmigo!", al contrario, le meten el dedo en la llaga - "creyendo ser sabios, se hicieron necios".
     Por otra parte y en otro orden de cosas, hace poco hablé del kakekotoba, y no puse ningún ejemplo en español (es un recurso propio de la lengua japonesa). Creo ahora que tengo aquí un ejemplo, si no lo he malinterpretado:

[...]

si estás dispuesto a afrontar la escena,
no es de William Blake 

[...]

Por una parte, "Si estás dispuesto a afrontar la escena,/ ... / ¿estás dispuesto a devorar estrellas / que sacien tu sed?". De otra: "La escena no es de William Blake". Con mención una sola vez de la palabra escena.

     No sería del todo kakekotoba si podemos suponer esta conexión: "si estás dispuesto a afrontar la escena, (que sepas que esta) no es de William Blake", poniendo a continuación un punto y no vinculando la frase directamente a los versos siguiente, la pregunta de las estrellas (en el libreto original no se usan las mayúsculas iniciales); es decir, el primer verso sería la prótesis (la condición) y el segundo la apódosis (lo condicionado). Pero sí lo es, como creo que es más fácil de entender, si consideramos la apódosis los versos de la pregunta.




Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com



lunes, 23 de febrero de 2015

Poema reflexivo



Huyo de la rima fácil
que hace un poema dócil,
a veces pienso que, estéril, 
observo el mar desde el mástil.

Poema: José Alfonso Bolaños Luque

domingo, 22 de febrero de 2015

¡Manzanas!


LA FRUTA MÁS COMPLETA

¡Mmmmm ...! ¡Manzanas, manzanas y más manzanas! ¡Qué buenas! ¡Qué ricas!




     ¡Qué pena que ya no se vean las Pinky Lady, esas sí que estaban ricas, con un toque ácido pero no tanto como las verdes, y un toque, dulce, muy dulce al mismo tiempo!

     ¡Y qué recuerdos, las manzanas, de personas ¿tan sanas? como sus manzanas! ¿Se seguirán atragantando los chicos, por comérselas, antes de hacer deporte, mientras el deportista se lía tabaco en los parques y las plazas? ¿Y el Manzanita: nos enseñará, les enseñará a todos, cómo se comen con parsimonia, entre un falso ja, ja y un sobreactuado ji, ji?

Texto e imagen: José Alfonso Bolaños Luque

domingo, 15 de febrero de 2015

Las Tareas Integradas y el Currículo Integrado

TAREAS INTEGRADAS Y UNIDAD DIDÁCTICA INTEGRADA
Experiencia


Durante los cursos 2009-2010 y 2010-2011 tuve la experiencia de participar y coordinar un grupo de trabajo para la creación de un Currículo Integrado de Lenguas. Además, en este último, la mayor parte de los integrantes del Grupo de Trabajo y otros compañeros del Centro hicimos en el CEP de Castilleja de la Cuesta un laborioso y enriquecedor curso sobre competencias básicas a cargo del Proyecto iCobae (http://icobae.com), que culminaba con la realización de una Tarea Integrada, entre otras previas, como el análisis DAFO y tal. El curso lo dirigió Miguel Ángel Ariza, que se titulaba Formación de Capacitadores/as en Competencias Básicas (¡bueno!, no me acordaba en que el curso se llamaba así exactamente..., ¿¿así que soy un capacitador en CCBB??).

      Voy a plasmar aquí mi experiencia, señalando los puntos más básicos, para que otros compañeros puedan observar cómo se afrontó esta manera de trabajar. Por supuesto, muy resumidamente y desde mi óptica; para los verdaderamente interesados recomiendo la participación en cursos completos de este tipo o en un Grupo de Trabajo o la Formación en Centro.


LA TAREA INTEGRADA


Prevenciones Iniciales


     Según la propuesta iCobae, la puesta en marcha de una tarea integrada es la realización paradigmática del trabajo en competencias básicas. A mí siempre me quedó la duda, que expresé en su momento y he dejado plasmado en algún artículo de manojitosdemirra.blogspot.com, de que, una vez que el profesor de una materia ha cumplido su parte en la Tarea Integrada, ¿qué? 

     En todo caso, antes de continuar, me gustaría dejar claros dos aspectos:

1º.- Que una cosa es hacer UNA tarea integrada como forma de complementar o diversificar el estilo docente habitual y otra diferente es que el trabajo competencial sea la manera habitual de dar clase, el estilo docente, y por tanto la realización de tareas integradas sea más frecuente. Suele recomendarse una por trimestre.

2º.- En relación con esto, debemos hacer notar que una Tarea Integrada no es un trabajo extracurricular: no debe observarse como una actividad complementaria o extraescolar sino, antes al contrario, se integran en ella diversos objetivos de los currículos de las asignaturas implicadas.

La Realización de una Tarea Integrada



CONCEPTO: Lo primero que hay que tener claro que la tarea integrada es, en realidad, un trabajo enfocado a un resultado tangible, físico, si no lo definimos como ese mismo resultado. Es decir, desde diversas asignaturas, generalmente en un curso, vamos a organizar un trabajo que lleve al alumnado a la consecución de un resultado material, sensible, final.

     Este resultado final puede ser una revista, una obra de teatro, una guía turística, ...

PROCESO: 

1º.- Los docentes implicados, de un mismo curso, toman los objetivos de las diferentes asignaturas y los observan. Buscan objetivos comunes o relacionados, y sopesan qué tarea podría integrar algunos de ellos, de todas las asignaturas.


     - Por eso, es una actividad curricular; afecta a todos los currículos de un grupo o curso (los integra).


    - Es muy frecuente poner en conexión objetivos de Sociales y Naturales, y luego ver cómo se articulan las instrumentales, más flexibles. En todo caso, depende de la sensibilidad y tendencias de los docentes, las características de su alumnado, la idiosincrasia del Centro, ...


2º.- Se define qué tarea se va a desarrollar.

     - En nuestro caso nos decidimos por una Guía Saludable de la localidad en español, inglés y francés, que involucraba no solo a las CCNN, sino además a Plástica (imágenes), Matemáticas (tratamiento de datos y gráficas), EF (rutas en bici), ..., aunque no todos estos Departamentos participaron.



3º.- Se establece el tiempo de realización, y se distribuye en él los pasos para la realización de la tarea.

     - Cada asignatura emplea sus horas de clase para trabajar el aspecto encomendado, su parte de la tarea, en el momento que le corresponde.

4º.- Se acaba con la tarea hecha, y publicitada.

     - En el caso de la Guía, con la Guía misma. En otros casos, con la puesta en escena (obra de teatro, noticiero, ...).
     - Lo ideal es que pudiera tener continuidad y verdadera utilidad para el Centro, o incluso para la localidad.


LA UNIDAD DIDÁCTICA INTEGRADA

     El curso anterior, enfrascados en el Currículo Integrado de Lenguas, tuve la ocasión de crear unas fichas para mis clases de Lengua Castellana y Literatura, en las que se integraba Lengua, Ciencias Naturales e Inglés. Tuve el apoyo de mi querida compañera Consuelo Fernández, de Ciencias Naturales, y se hicieron para 1º ESO (yo era tutor de 1º A). 
     Aquí se integraban objetivos, o más bien contenidos, de Lengua y Naturales, con aportación de vocabulario en Inglés. Se partía de la base de que en CCNN los alumnos desarrollaban un tema sobre las plantas. Asimismo, nos dimos cuenta de que en la literatura, sobre todo en la narrativa, pero también en poesía, aparecían constantemente árboles de diferente tipo. Los alumnos de hoy apenas conocen sus nombres, ¿por qué no sumergirlos en una especie de aventura de ficción donde ellos mismos sean los protagonistas y adquirieran, en su transcurso, conocimientos de Naturales (angiosperma/gimnosperma, de hoja perenne/de hoja caduca, nombres de árboles, ...), de Lengua (lectura de poemas, creación de narraciones e incluso análisis de oraciones, ...) con cierto incremento del vocabulario de Inglés?
      Así que creé una serie de fichas que se pusieron en práctica en el aula, con imágenes además para un mejor reconocimiento de los tipos de árboles que pudiera ayudarles a imaginar las lecturas. No recuerdo si he publicado estas ficha, creo que sí. 


CONCLUSIONES

   
     Bueno, os animo a la realización de este tipo de tareas. Son muy enriquecedoras tanto para el alumnado como para el docente, y dinamizan y motivan mucho, aunque requiere de un plus de esfuerzo, especialmente al principio. Pueden, incluso, hacerse en solitario, como hice yo prácticamente con la Unidad Integrada, especialmente si quieres ir tanteando o experimentando. No afectan ni al currículo (objetivos, contenidos, ...) ni a tu PD, y mejora la calidad de tu metodología, sobre todo si haces trabajar más a tus alumnos de forma guiada aunque autónoma y te olvidas de la clase magistral.
     Aunque lo suyo es involucrar a otros compañeros y realizar actividades interdisciplinares (como, por cierto, marca la legislación). La Tarea Integrada es costosa al principio, aunque también se tiene mayor dosis de ilusión, pero tiene bastantes beneficios y a la larga suele ir reduciéndose la sensación de trabajosa que tuvo en sus inicios.

           

Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com

 

viernes, 6 de febrero de 2015

De cacofonías y figuras literarias en la vida real


FIGURAS LITERARIAS FORTUITAS Y DEL DÍA A DÍA



Hoy es seis de febrero de 2015, y esta mañana, no sé en qué cadena televisiva, pusieron declaraciones de los representantes de ACREDITRA (Sistema Español de Acreditación de la Transparencia), a cuento de un tema político de actualidad. ACREDITRA, como palabra, son siglas con pretensiones de acrónimo que, además de reflejar los vocablos que lo originan, pretende jugar con el concepto 'acreditar' y  'transparencia', saliendo así ACREDITRA, con dos grupos consonánticos con /r/ trabados ambos, que en español cuesta pronunciar. Uno sí, pero dos a un tiempo ... Si la pretensión es que fuera tántrico, mántrico, ... Ya digo, en español suena algo cacófono. Piénsese por qué no decimos *proprio, sino propio. O, piénsese, si no, cuál es una de las mayores dificultades para pronunciar bien el trabalenguas de los Tres tristes tigres que, dicho sea de paso, es normal que estuvieran tristes si, siendo tigres, se encontraban comiendo trigo. 


                                               

     Incluso con un grupo de oclusiva+/r/ (o /R/, si se quiere ser más preciso) puede haber problemas si en la misma palabra aparece una o dos consonantes oclusivas más. El ejemplo paradigmático es croqueta, y la incesante lucha de años contra la otra pronunciación, cocreta, que "probablemente" ya haya aceptado la RAE (... no quiero acordarme), y sus otras variantes: *cocleta y *coqueta. De hecho, cuando traigo este ejemplo a las aulas de Secundaria, suelo continuar la broma haciendo que mis alumnos, si son capaces, digan crocretra. Todo un reto, como el de los tres tigres. Así, si en este Sistema Español han pretendido ser ingeniosos, originales con el lenguaje, otorgándose ese nombre, no podemos dejar de pensar que, desde luego, no suena serio, más bien parece un poco de risa, la verdad. Si ese intento hubiese salido bien, lo habría conectado con mi última entrada sobre figuras literarias, pues habría sido una especie de kakekotoba en una palabra, no en una oración.

                          

     En general, en lo que se refiere a cualquier uso especial del lenguaje, cuando se hace a propósito y bien, es una figura literaria (1); cuando se hace a propósito y mal, generalmente es una cursilada o una demostración de pedantería (2); cuando se hace inconscientemente y mal, es un error gramatical, pragmático-discursivo, de estilo o de redacción (3); cuando se hace inconscientemente y bien, o le ha sonado la flauta al burro (casualidad) o es que lo tiene automatizado (4).

     El ejemplo más claro y típico con el que podemos tipificar el contraste entre (1) y (3) es el POLISÍNDETON. La repetición innecesaria de un nexo, generalmente la conjunción copulativa y, entorpece los textos y se considera, cuanto menos, un error de estilo: estaríamos en el caso (3). De hecho, no es extraño encontrar alumnos que, para referir un suceso por escrito, unen todas y cada una de sus oraciones con y, sin mediar punto y seguido alguno, hasta llegar al punto final. Cuando me enfrento a estos textos, suelo ponerles en clave de humor: "Usa de vez en cuando el punto y seguido... ¡Me ahogo al leer!" Además de recomendarles usar además, luego, asimismo, entonces, .... Son textos achorizados, como una ristra de chorizos unidos por y. Claro, cuando a estos mismos alumnos se les explica el polisíndeton o lo ven en un texto literario o, en general, culto, a veces quieren sancionar a su autor como yo los sancioné a ellos (más bien, corregí amablemente). Y no. No es un error, es un polisíndeton: "¿no veis lo bien que suena?", les suelo argumentar yo (El prado y valle y gruta y río y fuente / responden a su canto entristecido / ... de Herrera, el Divino).



      Ejemplo de figura literaria mal traída (2) es el uso del epíteto sin habilidad, como si poner adjetivos innecesarios delante del sustantivo al que se refieren fuera un plus de literariedad. Es cierto que en muchas narraciones de ficción se hace con bastante frecuencia, y el escritor novel o que pretende "lucirse" lo hace porque sí, como si fuera esa la receta que va a embellecer su texto. Me voy a inventar yo un ejemplo, a ver qué tal de mal me sale: "El esplendoroso sol salía en ese preciso momento. Los rubios cabellos de la triste y silenciosa niña se extendían sobre la cuadrada mesa que su viejo tío le hubiera regalado. Él puso sus malditas manos sobre su bello cuello ...". Y, como ejemplo rápido de (4), los pareados no intencionados, con la coletilla Sin haberlo planeado, / hemos hecho un pareado. La verdad, cuando uno está inmerso en la creación de poemas, especialmente si se ajusta a las estrofas clásicas, pero muy, muy metido, puede ser capaz en algún momento de hablar espontáneamente usando la rima, por lo interiorizado que la tiene en esa ocasión (o si se es un actor de teatro clásico, pongamos por caso). La práctica es el to', que dicen por aquí.

  
                       



     A veces nos encontramos en la vida con figuras literarias no intencionadas, incluso de índole autobiográfica y personal. Cuando me dieron mi primer destino definitivo como Profesor de Secundaria en el IES El Pomar, en Jerez de los Caballeros, en mis listas de alumnos no faltaba el apellido Caballo. Hay muchos Caballo allí en la ciudad templaria. Concursé, y en mi nuevo destino, el IES Torre del Rey (Pilas) me encontré con muchos alumnos cuyo apellido era Cabello. Caballo-Cabello: paronomasia de mi trayectoria profesional. Ahora estoy en el IES Alminar (Bollullos de la MItación), y se ha cortado el proceso, aunque en Jerez también estaban los Ceballos, y en Bollullos no falta algún que otro Cabello. Pero, como digo, esto es algo muy personal. 


     Así, aquí entra en juego el PALÍNDROMO si aparece en tu nombre o apellidos. El palíndromo es como los números capicúa, pero con letras, es decir, se leen igual al derecho que al revés, de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Los más habituales son palabras muy cortitas, como ojo, aunque las hay bien largas: por ejemplo, reconocer. Si tu nombre o apellido es un palíndromo, como el apellido Salas, pues ahí llevas una "figura del lenguaje" en tu identidad. Si quieres, además, puedes constituírtelo en lema (aspecto simbólico: del símbolo hablaremos luego, y dará pie a un artículo sobre Bécquer que traeré en breve, D. m.). Es decir, si eres un Salas puedes decir que siempre eres el mismo, del derecho y del revés. Si consigues hacer cumplir ese lema, serás entonces una persona íntegra, lo que no es poco. 

                                   

     En relación con esto, a veces puede pasar que tu nombre al revés signifique otra cosa. Por ejemplo, Aroa, leído al revés, es Ahora (olvidemos la h, que no suena y está intercalada). O bien, que tenga una sonoridad especial aunque no signifique nada. ¿No suena Razáclanza a palabra mágica, así como Abracadabra, Katchamka o Zasca? Pues no es otra cosa que Aznalcázar, un pueblo cercano a Bollullos, leído al revés. Y, además, hablando de lemas y emblemas, existen apellidos que pueden escribirse en parte con números, como P11 u 8a, al estilo del tan sevillano No8Do (No-Madeja-Do). 


     También con los nombres y apellidos podemos "formar" sintagmas y frases. A la tan traída Dolores Fuertes de Barriga, yo traigo un ejemplo mejor. Mi bisabuela se llamaba Salud de Toro Valiente, algo de lo que se debió de sentir orgullosa, pues hizo honor a su nombre, llegando a pasar el centenar de años de vida. Aunque cabría decir que tuvo salud de toro valiente (o sea, de toro bravo)... que no pisara el ruedo, claro; la salud de los toros valientes en este país suele ser de escaso recorrido.
               
     Algo más complejo, un tanto intencionado, es el caso de Ramón Román, periodista deportivo de ABC de Sevilla.  Para empezar, tanto nombre como apellido descansan en la misma base consonántica RMN, que pudiera pertenecer a una lengua semítica. Así que aquí tenemos, entre otras, aliteración (especialmente de nasales) y paronomasia. Además, no solo es que coincidan las consonantes, sino que asimismo forman palabras bisílabas y agudas, con tilde, por acabar en -n. Y las vocales son las mismas, solo que en orden inverso, cual la rima abrazada de los cuartetos, ABBA. Así, mientras las consonantes se reproducen en el mismo orden, las vocales aparecen especularmente. En cuanto a su sonoridad, por la distribución acentual diríamos que el binomio nombre-apellido, si fuese un verso pentasílabo, sería de ritmo yámbico, y por lo demás Ramón Román tiene un deje a din-don, a tic-tac, a badín-badán, pero aún mejor. 

             

     Para terminar, advierto, me voy a referir a dos cuestiones cuyos ejemplos son políticamente incorrectos y de carácter sexual. 
     El primero de ellos es la rima evocada. Podemos hilar versos de modo que acabemos diciendo una palabra pero evocando otra en el receptor a través de una rima que el oyente espera. El ejemplo que recuerdo es una cancioncilla que hacía mucha gracia en sus tiempos pero que hoy choca con nuestra mentalidad, al manejar la evocación de la palabra maricón (palabra que, por otra parte, nunca he pronunciado, siempre ha sonado mal, siempre ha sido despectiva y de muy baja catadura): 



Los hermanos 
Pinzones
eran unos 
mari... neros,
que se fueron
con Colón, 
que era otro
mari... nero.





     Esta cancioncilla humorística, ya antigua, aun hoy le hace gracia a muchos, que ahora no se reirán tan abiertamente porque saben que está sancionado socialmente ... de puertas afuera. A mí nunca me hizo gracia, ni jamás me he reído con este tipo de humor, así que quedo a salvo de que se me acuse de querer simplemente guardar las formas tirando contra él. Si traigo aquí el ejemplo es porque me parece muy bueno el recurso que usa, y no me sé otro. Juega con la psicología del oyente, en cuyas mentes la poesía y la rima es parte del acervo común, del día a día, como otras formas de comunicación.
     Un efecto similar al de los malos entendidos a través de los sobreentendidos, como la canción El bigote: Unos lo tienen chico, otros lo tienen grande ... ¿por qué será que a las mujeres les gusta tanto ... ese bigote que está de moda desde hace tanto? Aquí lo que se evoca es un concepto. Se enumeran unas características (tamaño, grosor, color, ...) y se explicita su variedad; al mencionar a las mujeres queda claro que se trata de algo propiamente masculino. Se trata del bigote, pero se evoca otro atributo. Así, la evocación, tanto de forma como de conceptos, es un recurso potente del manejo del lenguaje. Y digo lo mismo: traigo ejemplos de carácter humorístico y sexual por ser los que se me vienen a la cabeza de inmediato, pero el recurso es igualmente potente en textos serios, poéticos o trascendentes.

     El otro ejemplo puede parecer una regla mnemotécnica, y lo es, pero fortuita, es la de los pronombres personales átonos. Ya sabemos que, a la hora de estudiar, cuando hay que recordar elementos, podemos coger sus iniciales y formar con ellas una palabra. Cada letra de esa palabra nos llevaría a cada concepto. Así es como en 8º de EGB nos estudiábamos los fonemas oclusivos sordos (petaca: /p/, /t/, /k/) y sonoros (bodega: /b/, /d/, /g/), los velares (cagajo: /k/, /g/, /x/), etc. 
     En las Ciencias Sociales y en las empresas se usan mucho. Si, encima, es de referencia sexual, más fácil de recordar. Tuve un compañero en Jerez de los Caballeros que le decía a los chicos que el verbo tenía T.A.M.P. ó N. (tampón), es decir, tiempo, aspecto, modo, número o persona. La "o" era porque las formas no personales no tenían persona ni número. No incluía la voz, porque en las tablas de memorización del paradigma solo aparece la voz activa (y porque se cargaba su regla, yo creo).

                                       


     Ahora, ¡qué difícil que los alumnos se aprendan los tipos de pronombres personales que hay! Bueno, cuando empiezan a estudiar los átonos pronto descubren por ellos mismos una regla muy gráfica: me, te, se, lo (o la), y lo que sigue solo es cuestión de eso, de seguir.

       

     No quiero terminar con ejemplos tan explícitamente verdes, y como el orden de los elementos en una emisión verbal, oral o escrita, es también importante en el manejo de la lengua, no vaya a ser que opere en mis lectores el efecto de recencia, acabaré con un caso en relación con el orden en la oración (y bien podría aparecer en algún artículo de lengua, más que de literatura, ya que últimamente estoy tratando mucho el cambio de orden de la misma palabra en una oración y sus efectos). Hablamos del hipérbaton. Sí, al hablar en ocasiones lo usamos, generalmente porque se nos había olvidado completar una unidad sintáctica y lo corregimos sobre la marcha, mientras aún estamos constuyendo la oración, o de manera involuntaria (pasa lo mismo con los anacolutos y, sobre todo, la aparente falta de concordancia). 
     Han pasado unos diítas desde que empecé este artículo. El sábado pasado, 07-02-2015, se enfrentaron en el Vicente Calderón el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Escuchando la retransmisión de este partido de fútbol en Onda Cero, en el programa Radio Estadio, escuché esto: "Tarjeta para Mandzukic por mano justa". Se entiende perfectamente lo que quiere decir 'Tarjeta justa para Mandzukic'. El sustantivo tarjeta tiene aquí dos Adyacentes: "para Mandzukic" y "justa", pero el orden no es irrelevante porque mano también es femenino y si ponemos tras él el adjetivo justa, podría parecer que se refiere a mano y no a tarjeta

     Aquí, si se malentiende, es porque se quiere, porque se hace a propósito y nos resulta curioso: si la mano de Mandzukic fuera justa, querríamos que nos tocase con ella, y se empezaría a parecer al inefable Maradona, o al menos a su imagen paradójica, irreverente y blasfema. En Radio Estadio hay culteranos ocultos.




Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com