Competencias Básicas: Una segunda reflexión a modo de introducción

A VUELTAS CON LAS COMPETENCIAS BÁSICAS EN EL AULA DE SECUNDARIA

                            

Previo

Tengo la extraña sensación de que, mientras aquí estamos discutiendo qué son las CCBB y cómo se deben aplicar al aula, qué piensa uno y qué el otro, si estamos o no de acuerdo y a ver cómo las aplica cada centro, un sí es y un no es, se nos vuelve a escapar el tiempo entre las manos, mientras en otros lugares (otros países, algunos Centros privados) otros alumnos están recibiendo una educación de calidad gracias a una concreta y dirigida aplicación de esta "innovación", y además realista y con los pies en el suelo. Es una sensación.
     Nada de lo que diga aquí significa que sea mi opción. Es mi opinión, en el sentido de que lo que pretendo es enfocarme hacia las Competencias Básicas desde un punto de vista práctico y constructivo, y para ello quiero analizarlas y estudiarlas. Eso no significa que a la postre yo vaya a trabajar así, porque, para empezar, debo convencerme, no solo de su bondad educativa, sino además de que nos llegan con el sesgo adecuado, pues a los docentes, por lo general, a los docentes preocupados por estas cosas y que queremos formarnos, nos llegan ya mascadas. Ahora ofreceré una visión particular de la manera de abordarlas, de forma progresiva, de menos a más, sin que ello signifique que ese más sea la opción por la que yo me decante.
     Son reflexiones sin poso, aunque espero que también sin pose. Creo que será la última vez que escribiré de Competencias Básicas mientras no me haya leído toda una serie de documentos y presentaciones de experiencias reales, y así hablaré con más propiedad. Pero no deseo sumergirme en ello sin dejar plasmadas unas sencillas ideas que, más adelante, cotejaremos con el acervo adquirido al respecto.

 

La integración de las CCBB en la práctica docente

                
     En mi opinión, y entendiendo las Competencias Básicas como una manera de trabajar en el aula, y sobre todo sin perder de vista que el objetivo último es hacer competentes a nuestros alumnos, las CCBB pueden ser traídas a la práctica docente o, si se quiere, al proceso de enseñanza-aprendizaje en diferentes grados.
    0. IGNORARLAS. Lo primero que puede hacer el docente con ellas es, sencillamente, obviarlas. De este modo, trabajará como siempre ha hecho y, según cuál sea su estilo docente y su metodología, podrá hacer competentes a sus alumnos pero sin tener en mente las Competencias Básicas como constructo o idea de trabajo. Se supone que esto es difícil desde el punto de vista normativo, pero es la realidad de muchas aulas en España, no nos estamos cayendo del caballo por decir esto. Ahora bien, como se supone que en los Centros de Secundaria deben incorporarse, el docente que desee evitarlas o ignorarlas puede recurrir al siguiente escalón.   
           

    1. USO COSMÉTICO. Ahora, las Competencias Básicas serán una especie de maquillaje con el que se disfraza o se adecentan documentos, como las Programaciones Didácticas, y se renombran actividades y pautas, tratando de encontrar en lo mismo que se hacía antes las Competencias que se fomentan y trabajan. Es lo mismo de siempre, pero ponemos en la superficie, a modo de justificación o legitimación, competencias que creemos descubrir ahora que alientan (y que, por qué no, seguramente en muchos casos así hacen). Esta es la forma de proceder, por cierto, de muchas asignaturas universitarias, así que ...
                    

    2. USO COMPLEMENTARIO. Se añaden a Programaciones, actividades, metodología y dinámica de aula, en determinados momentos, tareas de otro cariz, que se evaluarán de otra manera, en las que se enfoca a las Competencias Básicas. Un recurso tan potente, y que se supone que está en el summum del trabajo competencial, como es una Tarea Integrada (que es el que fomenta, por ejemplo, el Grupo iCobae), no dejará de ser una Tarea Complementaria, del mismo modo que hacen las Actividades Extraescolares, un añadido a un trabajo no competencial, que es el que viene siendo el habitual.

      
              - Implicar a los alumnos en tareas integradas necesita empezar de esta manera anecdótica o experiencial hasta conseguir implementarla en los Centros como una manera de trabajar más habitual, y de ahí la justificación de que se considere un éxito que en un Centro algunos Departamentos (realmente, profesores de distintos departamentos, más bien) se pongan de acuerdo y realicen una tarea integrada de esta manera. Compartimos esa alegría, teniendo en cuenta que no tenemos todavía la cultura de trabajar coordinadamente, interdepartamentalmente y en tareas.

            - Pero, la duda es: una vez que yo, como profesor de tal asignatura, he aportado en mi aula mi parte de la tarea integrada cuando los alumnos la están poniendo en marcha, ¿qué? Pues sigo con mi tarea "habitual".

           - En este sentido, hay que recordar que no solo las tareas integradas son una opción de trabajo en tareas. Si somos un mirlo blanco y deseamos trabajar de este modo de una manera más constante, más frecuente, podemos añadir tareas en nuestras asignaturas, es decir, plantear un reto al alumnado que acabe con un producto final, al que se llega poniendo en juego recursos que los alumnos tienen y otros que pondremos a su alcance, bien de manera igualmente anecdótica, bien de forma mucho frecuente. Lo que nos lleva al paso siguiente.
         
3. LAS COMPETENCIAS BÁSICAS COMO SESGO O ENFOQUE. Se trata de tomar una PD al uso y plantear actividades que desarrollen esas UUDD de modo que la prioridad sea el desarrollo de las Competencias Básicas. Estas son una guía para enfocar nuestro trabajo, es decir, nuestra metodología y el planteamiento de actividades adaptará la secuenciación de UUDD y sus contenidos al propósito general de hacer competentes a nuestros alumnos.
                                                
     Esto puede implicar el uso más acentuado del trabajo en tareas, el porfolio y dotar a los contenidos más teóricos de un sentido práctico en el aula y adaptada a la vida real y el contexto del alumnado. Por ejemplo, como profesor de Lengua voy a potenciar mucho la comunicación y menos el puro trabajo morfosintáctico. Si me toca las Proposiciones Subordinadas, me centraré en que mis alumnos las formen bien en la creación de sus textos, planteando un problema para el que se requieran, que explicándolas y analizándolas; y, además, me centraré también en la coherencia, la cohesión, la adecuación y los elementos pragmáticos y de análisis del discurso, trayendo además al aula textos de todo tipo, no solo literarios. Esto supone un gran trabajo por parte de un profesor, pues se trata de un estilo de docencia, y que choca con varios inconvenientes muy serios. Primero, que debe trabajar previamente una PD dada. En todo caso, yo creo que uno de los mayores problemas es que estos alumnos, el curso siguiente, puede que no tengan al mismo profesor, y a la postre verse perjudicados académicamente si el nuevo docente entiende erróneamente que estos alumnos "carecen de base" por no saberse las Oraciones Complejas Subordinadas Adverbiales a la manera tradicional. Por eso, todas estas "cositas" suelen practicarse en Primaria y 1º y 2º de ESO con preferencia, a este nivel. Aunque existe un nivel superior.

4. LAS COMPETENCIAS BÁSICAS TOTALMENTE INTEGRADAS. El Centro, o al menos el Departamento, decide que va a trabajar en Competencias Básicas de forma integral. Se olvida de las propuestas editoriales, y estudia el Currículo de modo que genera una PD (o un Proyecto Educativo, si es el propio Centro entero) que secuencia UUDD basadas en tareas tal y como hemos apuntado, con actividades concretas que secuenciarán los profesores en el aula.

Y ahora, a investigar. Tardaré en volver a publicar de esto.

Buenas noches. Un saludito bueno a todos.

Texto: José Alfonso Bolaños Luque
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