MANOJITOS DE MIRRA: APRECIACIONES Y VALORACIONES TÉCNICAS SOBRE LA OPTATIVIDAD EN EL IES TORRE DEL REY, AHORA QUE QUIERO MARCHARME

APRECIACIONES Y VALORACIONES TÉCNICAS SOBRE LA OPTATIVIDAD EN EL IES TORRE DEL REY, AHORA QUE QUIERO MARCHARME (I)

Introducción

Como ya saben los que me conocen, soy profesor de un estupendo Instituto, el IES Torre del Rey, en Pilas (Sevilla); un Centro con solera e historia cuyo máximo valor es el alumnado. Aunque tiene muchas virtudes más.

     Tengo plaza aquí, desde hace cinco cursos, y en él he sido, además de profesor de Lengua, coordinador de Grupo de Trabajo sobre el Currículo Integrado de Lenguas, Tutor, Jefe de Estudios Adjunto y Jefe de Estudios.

     Tener plaza aquí es ser afortunado. Para empezar, se trata de un Instituto "tranquilo", desde el punto de vista de que en él no se dan episodios por desgracia típicos de esta época, tales como agresiones de padres o alumnos a docentes, o similares; es decir, lo que se conoce en el argot como "un buen perfil de alumnado", una expresión políticamente incorrecta que significa que se dan pocos o nulos casos graves de conductas contrarias a la convivencia, es decir, el ambiente es muy bueno. Imagino que en el otro Centro de la localidad será igual. Además, los padres suelen responder bastante bien, y en general se implican en la educación de sus hijos de muchas maneras; entre otras, colaborando con el profesorado y el Centro. Por último, he de decir que, en mi modesta opinión, y sin incluirme (eso que lo decidan otros), el Claustro de profesores está compuesto por excelentes profesionales, con algunos de los cuales he podido trabar sincera amistad, así como con el personal de Administración y Servicios.

     Dicho esto, me quiero ir. He concursado este año para, si tengo suerte, irme a otro Centro ya el curso que viene. Sé que es chocante y paradójico, y que me va a doler; pero también sé que no es un error. Tal vez algún día, en este blog, explique mis razones; tal vez no, tal vez no merecerá la pena. Desde luego, si al final me dan plaza en otro lugar, me iré del Torre con muy buenos recuerdos y una gran experiencia adquirida.

     Antes de eso, me siento en la obligación de dejar plasmadas por escrito y publicadas algunas consideraciones acerca de la oferta de optativas en Bachillerato y de la estructura del Centro una vez decididas cuáles son. Se trata de una opinión profesional, es decir, subjetiva por un lado (es una opinión), pero que intenta apoyarse en dos pilares: datos objetivos y razonamientos lógicos (es profesional). Es decir, intentaré hacer lo que mis alumnos llaman un texto expositivo-argumentativo, no meramente argumentativo.

No voy a ocultar que se tratará de una crítica. Pero en ningún caso será una crítica destructiva: no existe en mí intención de aprovechar esta circunstancia para ir en contra de ningún compañero o departamento; lo que sí hago es distanciarme, eso sí, intentar verlo desde fuera, y quien quiera, que se informe de esto mismo en otros centros (de similares características, claro), que compare y entonces que tire por tierra mis argumentos si puede. Con contraargumentos, por favor, no con falacias. Sé que es una crítica constructiva, y no destructiva, porque es similar, si no idéntica, a la que hacía cuando pertenecía al Equipo Directivo (y esto es constatable, porque se halla documentado: puedo demostrar que tal crítica existió por mi parte siendo Adjunto e incluso Jefe de Estudios). Se trata de una crítica bien entendida, es decir: se observa una realidad, se analiza y se proponen cambios. Es más, creo que es una crítica muy constructiva, si no necesaria.

     Por otro lado, esta sana intención puede deducirse de dos hechos. El primero, que deseo irme, por lo que es difícil encontrar alguna motivación egoísta o interesada. El segundo, porque la lectura de estas reflexiones, incluso aunque se esté en desacuerdo, propiciará, estoy seguro, la reflexión acerca de la necesidad de renovación del Centro y tal vez el sentido de dicha renovación en el tema que tratamos aquí.

     He dicho que lo siento como una obligación. ¿Por qué? Pues, en primer lugar, porque entiendo que la experiencia adquirida como Jefe de Estudios no me pertenece. Asumí unas responsabilidades que pudo haber asumido otro; adquiero, de este modo, una experiencia que me otorga una visión distinta de la organización escolar del Centro (una visión desde dentro y con la preocupación global de que el Centro funcione él en sí, con todos los parámetros en mis consideraciones: matriculados, aulas, plantilla, preferencias del alumnado, especialidades de los docentes, la intrahistoria del Instituto -las expectativas y las inercias-, peticiones de padres y madres, ...). Antes, mi visión solo podía ser externa (lo que pudiera apreciar como docente sin conocimiento total de cómo se hacen estas cosas) y asimismo sesgada o parcial (es inevitable compararse con otros docentes y otros Departamentos). Aunque debo decir que como docente jamás me preocupé por ello y acepté de buen grado lo que mis sacrificados compañeros que asumen esas responsabilidades determinaban, tanto en horario como en grupos y optativas; y también debo apuntar que los compañeros que sí se preocupaban, los más de ellos se basaban en meras especulaciones e inferencias muy determinadas por su problemática particular o departamental. De este modo, y en vista de que encima me quiero ir, consideraría más una traición al Centro que un favor callarme lo que en conciencia creo que es mejor para él, apoyado en mis conocimientos técnicos. Un Centro, por otro lado, que se va haciendo cada vez más pequeño, lo cual es preocupante. Y también es mi obligación, en segundo lugar, por un motivo aún mayor que ya he apuntado: mi conciencia. Irme con esto callado me afectará a nivel personal. Dejándolo escrito y publicado creo que actúo en mi descargo, aunque lo que diré ya lo he dicho.

Hablaré. Hablaré de por qué sale Dibujo Técnico II y no Literatura Universal, aun teniendo menos alumnos solicitantes: lo justificaré pero asimismo criticaré algunos puntos débiles. Hablaré de la asignatura de Estadística y, sobre todo, de por qué el fallo se encuentra, en mi opinión, en una excesiva oferta, paradójicamente cada vez mayor a medida que se va disponiendo de menos grupos y plantilla. Una oferta asimétrica y que responde a un modelo que, seguro, en su momento tenía todo el sentido pero que ahora no parece responder a ningún modelo. Entre las asimetrías, destacaremos las de dos Departamentos de asignaturas instrumentales muy importantes: Matemáticas y Lengua. Daré, previamente, los criterios que se deben tener en cuenta tanto para ofertar como para conceder asignaturas optativas y de los dos tipos que existen: de Modalidad (con examen en Selectividad) y "Puras" (sin examen en la PAU), con los pro y los contra de cada uno que alumnos y padres deberían considerar antes de elegir optativas, pues a cada alumno le convendrá una opción u otra. Hablaré de sus repercusiones en la ESO. Y de algunas cuestiones más, como los argumentos que se usan de ordinario para defender cada optativa en particular.

Jardín asiático con río, plantas y flores de colores

     La finalidad última de esta crítica será que pueda aprovecharse para beneficio de este Centro y, por extensión, de otros muchos, pues ofreceré una visión global y comentaré criterios y parámetros. Creo que estos artículos podrán ser útiles a Jefes de Estudios y Directores, especialmente si son novatos, para planificar matrículas y tomar decisiones. Esta utilidad no debe provenir necesariamente del acuerdo con mis ideas aquí vertidas (que, con honestidad, creo que no van mal tiradas), sino más bien de las reflexiones y preguntas que puedan suscitar. También creo que podrá ser útiles a los representantes en Consejo Escolar de cualquiera de los sectores, al AMPA y a aquellos miembros del Claustro verdaderamente preocupados por el correcto y eficaz funcionamiento de su Centro y el beneficio al alumnado, más allá de perspectivas particulares.

    Tengo varios meses para hacerlo. Espero ir introduciendo artículos de forma periódica y que sea de provecho.

     Paz para todos.