domingo, 13 de abril de 2014

Estructuras sintácticas

LA ESTRUCTURA QUE  ...    PERO  ...

Insectos - Catarina exploradora sobre las flores del campo

Me encuentro preparando un artículo en cierto modo sustancioso, y espero que práctico para alumnos de Bachillerato, acerca de los tipos de que y las conjunciones en general, con mención, siquiera tímida, de sus funciones supraoracionales y pragmáticas.
      Mientras llega y no llega, apuntemos de vez en cuando algunas cosillas. El tema de las estructuras sintácticas, en las que dos elementos entran en juego, generalmente un intensificador y una conjunción, es relevante, no solo porque va más allá de las funciones de palabras sueltas y de las estructuras sintagmáticas, sino asimismo a la hora de enseñar el idioma. Incluso a los mismos nativos, en nuestro caso, a los mismos hispanoparlantes. En las aulas de primaria y secundaria, cuando se habla de competencia lingüística, plan lingüístico, currículo integrado y similares, debe entrar en juego el poner de relieve y saber usar estructuras sintácticas. De mis breves estudios de Latín en 2º de BUP aún recuerdo el NON SOLUM ... SED ETIAM ...

Una linda mariposa sobre una flor by Diens Silver
     Las estructuras típicas son las de las coordinadas distributivas (ya ... ya ..., bien ... bien ..., ora ... ora ...) y las subordinantes comparativas (más ... que ..., menos ... que..., tan ... como...) y consecutivas con intensificador (tan ... que ..., tanto que, tal ... que ...). También las coordinadas adversativas totales responden a una estructura de este tipo: No ... sino que ... (con variantes en el elemento de negación, la Proposición 1 debe ser negativa, y el nexo asimismo puede ser sencillamente sino).
     Últimamente, no sé por qué, estoy sensible al uso inicial de la conjunción Que, y los variados valores de esta conjunción, que se expanden cuando pasamos al habla oral y coloquial (o sea, la verdadera lengua). Hoy, viendo un programa de casas bien decoradas por la televisión, comentaba la periodista que le gustaba que las paredes de una habitación estuvieran pintadas de blanco y negro. Es decir, era llamativo que algunas paredes fueran blancas y otras negras. El dueño contestó algo así como: "Queríamos quitarle a la habitación ese tono frío, todo de blanco. Que nos gusta el blanco, pero hemos querido darle ese toque".
     Una expresión frecuente, como Que no te digo que no tengas razón, pero a mí no me parece bien, o, por ejemplo, Oye, que a mí también me gusta que todo quede ordenado, pero es que ya es muy tarde, o Me decepcionó que al final fuéramos a la playa. Que me encanta la playa, dicho sea de paso, pero me esperaba un viaje más cultural. 

     Si nos centramos en la oración descontextualizada, diremos que se trata de una Oración Compuesta Coordinada Adversativa (nexo: pero o similares, como sin embargo). La Oración entera, o más bien la Proposición 1, va introducida por un que expletivo, y ahí se quedaría la cosa. Pero ahí no se queda la cosa.
     Ese que con que se inicia la oración está conectando con la oración anterior y ya, para empezar, adquiere una función supraoracional de conector, al menos. A mí me suena más a concesiva que a adversativa, por otra parte. De todos modos, concesivas y adversativas parciales están muy próximas semánticamente: una Proposición, la primera, se opone en general a la segunda, pero no la anula, sino que acaban coexistiendo, a pesar de la contradicción inicial: Estudié mucho pero no aprobé o Aunque estudié mucho, no aprobé: semánticamente se está expresando lo mismo, la diferencia es de construcción, sintáctica. En todo caso, estudiar mucho y no aprobar suceden aquí, aunque esperaríamos aprobar tras estudiar tanto.

Invitado de honor - My guest by Suradej Chuephanich

     Como la diferencia es de estructura, de sintaxis, observamos que el esquema Que ... pero ... se usa para expresar lo mismo que una concesiva o adversativa, pero la construcción es bien distinta. Ese que inicial, que conecta indefectiblemente con el enunciado anterior, es de carácter "concesivo", digámoslo así, más que meramente expletivo, tanto con respecto al enunciado anterior (Me decepcionó ir a la playa, aunque esta me encanta) como a la proposición que sigue al pero (Aunque me encanta la playa, me esperaba un viaje más cultural). El propósito es atenuar, de una parte, que no parezca que rechazamos la opción del enunciado anterior (no te engañes, realmente nos gusta el blanco, creo que tienes razón, me gusta el orden y me encanta la playa), sino que en este caso particular sucede así. De otra parte, esta manera de atenuar nos devuelve a lo dicho en el enunciado anterior: tras el pero, se viene a anunciar lo mismo, algo así como sucede en las explicativas.
     Luego la estructura Que ... pero ..., con valores adversativo-concesivo, atenuante y explicativo, funciona de manera particular y relaciona dos enunciados, no solo porque conecta uno con otro, sino que tal vez debiera analizarse el conjunto de dos enunciados como se analiza una oración. La Pragmática Lingüística y Análisis del Discurso son relativamente recientes, y se irán haciendo más complejos con el tiempo. Aparecerán relaciones más profundas que la mera conexión, como escalón más, por encima del análisis oracional, descubriendo trabazones que acabarán, parcialmente, por sistematizarse. O, al menos, eso creo yo.




Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://bancodeimagenesgratis.com

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