POR ENTRE EN NOCHES IDEALES
Desde luego, los Sonetos espirituales de Juan Ramón Jiménez están dando para mucho en este mi blog, y lo que queda. Su soneto XXVII es el siguiente:
NOCHES IDEALES
Bajo la acacia en flor
A la divina luz de las estrellas
mis ojos andan, tristes, por el cielo,
perdidos locamente por entre ellas.
Estas estrellas claras son aquellas
que en noches puras de pasión y anhelo
bajaban, hechas manos, hasta el suelo
a entretenerse con mis dichas bellas.
¡Oh subir, oh caer de pena y gracia,
correspondencia eterna de ideales
Al través del aroma de la acacia,
juegan como dos niños inmortales
el cielo humano y la celeste frente.
CONSIDERACIONES:
1. BÁSICA: Un nuevo ejemplo de doble preposición (por entre), tomada esta vez, no de mi competencia lingüística, sino ni más ni menos que de un soneto del mismísimo Juan Ramón Jiménez.
3. DEIXIS Y COHESIÓN DISCURSIVA: No se trata aquí de una manida sustitución pronominal y de rima fácil (estrellas-ellas-bellas) tal y como queda formulado en este soneto. El primer verso acaba con las estrellas y, a partir de ahí, aparecen deícticos anafóricos para referirse a estos astros, el primero de los cuales es nuestro por entre ellas, en el cuarto verso, con uso de pronombre personal, si es que no ya el cielo (tercer verso), que es el lugar donde se encuentran, no es en cierto modo una especie de deíctico léxico. Inmediatamente después aparece estrellas, pero esta vez acompañado de un demostrativo, nuevo deíctico catafórico (estas estrellas). El verso se abre con este demostrativo de cercanía que no solo sirve para introducir un sustantivo ya mencionado, sino para contraponerse con el otro demostrativo que cierra el verso, aquellas, ahora pronombre y que, aunque se refiere a las mismas, aquellas son estas estrellas pero recordadas de otra vez y, por tanto, lejanas en el tiempo con respecto a esta nueva visión (es la mirada, los ojos, el otro elemento importante puesto en juego). Y no solo eso, sino que, siguiendo el estricto orden, el de cercanía aparece primero (inicia el quinto verso) y el de lejanía después (cerrando ese mismo verso, envuelto así por estas estrellas).
evoca el titilar de la luz de estas estrellas, y de los ojos del poeta.
Además, en el penúltimo verso aparece un como que muchos interpretan como preposición cuando precede a un sintagma y no a una proposición.
Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com
Es más, tal vez sugiera la "es" de estrella el prefijo ex-, y por tanto "entre ellas" > "entrellas" sea su antónimo, con un evocado prefijo "en-", volviendo al interior. Y de ahí pasaríamos a lo eterno.
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