jueves, 21 de agosto de 2014

Figuras literarias en la vida cotidiana (II)

MAESTRO, ¿Y ESTO PA QUÉ SIRVE?


Creo que la pregunta que he usado de título en este artículo la hemos escuchado muchas veces prácticamente todos los docentes de Secundaria, con independencia de nuestra especialidad. En mi caso, que soy de Lengua Castellana y Literatura, voy a contestarla a dos niveles.
     A un nivel instrumental, la lengua, el lenguaje, es básico para todo: relaciones de pareja, mundo laboral, ocio, ... ¡Es fundamental para todo lo que hacemos! Voy a ponerme de ejemplo. Me cuesta un montón de trabajo manejarme con la lengua oral. No controlo bien mis gestos (kinésica), el tono de voz en según qué contextos (paralingüística; soy de sangre algo caliente y casi nunca me doy cuenta de que alzo el volumen cuando hablo de temas que me apasionan), ni mis interacciones verbales (me cuesta iniciar las conversaciones con según qué personas y en según qué contextos; por ejemplo, a la hora de dar un pésame soy pésimo, valga la paronimia). Curiosamente en el aula no suelo tener problemas; pero, en general, estas dificultades descritas probablemente me hayan cerrado puertas y no me hayan permitido aprovechar muchas oportunidades. Tengo, por tanto, que hacerme más competente en este aspecto.
     Pero no es sobre esto acerca de lo que preguntan. Se refieren, por lo general, a la sintaxis y a los estudios literarios. Y tanto la morfosintaxis como las figuras literarias son manejadas con maestría por la publicidad, que nos inunda a diario, y con una finalidad muy, muy práctica: convencernos para que consumamos. Lo hace en muchas ocasiones con finura, con ingenio e incluso con arte, y al mismo tiempo con eficacia, gracias a esa creatividad en el uso del lenguaje verbal, del no verbal, de las imágenes y los sonidos. Son, sin duda, los publicistas un nuevo tipo de poeta, muchas veces cercanos a las vanguardias (incluso en la fusión de las artes), que controlan la intensidad lírica, un poco la narración, los efectos que produce en los receptores, los contrastes, los juegos de palabras y los conceptuales. Aunque son poetas-pragmáticos, y muy ceñidos a lo actual y a lo que las empresas quieren, y a las pulsiones sociales.
     Y no solo la publicidad (y con ella crearíamos miles de artículos como este), sino en múltiples contextos de la vida cotidiana. Comentaré algunos.

LA RIMA

     Con mejor o peor calidad rítmica y métrica, en rima asonante o consonante, en muchas ocasiones la publicidad echa mano de este recurso, especialmente en sus eslóganes, pues uno o más enunciados que riman es de más fácil retención para el lector-oyente que un texto en prosa, en general.

     Un ejemplo de pareado en rima consonante (rima fácil, casi sale sola): Muebles Salteras, / ¿te enteras? Seguro que el lector recuerda más de un anuncio con rima, como esta estrofa de tres versos octosílabos con rima - a a: Y dijo el toro al morir: /Siento dejar este mundo/ sin probar pipas Facundo. Todo un clásico. Lo digo yo, / lo dices tú: / ¡Qué café, / Catunambú!: otro clásico, arromanzado (un mini-romance), con versos pentasílabos excepto el tercero, tetrasílabo (o hexasílabo si usamos la versión El mejor café, en lugar de ¡Qué café!).    

                                                         



     Obsérvese ahora en el ejemplo de arriba cómo se aprovecha el eslogan de las pipas, que coincide con el nombre de la armería, Facundo. También juega con el doble sentido de pipa (semilla de girasol y pistola -vulgarismo-). Este anuncio no tiene desperdicio: aun con ser antiguo, es de lo más políticamente incorrecto. Con mucha guasa.

     Es cierto que este recurso se usaba más en los anuncios antiguos que en los actuales, pero se sigue usando hoy día: Esa, esa tiene Edesa, con eco además de rima. Otro ejemplo: mire el lector el anuncio televisivo de Moussel, y fíjese cómo rima con alguna palabra acabadas en -el, o en -e asonante

ALTERACIÓN DE UN FONEMA

     En ocasiones, se cambia un fonema por otro, de una palabra muy reconocible. Generalmente tiene un efecto humorístico, pero asimismo la ventaja de ser fácilmente recordable.
     Todos conocemos la compañía de seguros médicos Sanitas (palabra tomada del latín, como Legálitas, Cáritas y otros: parece que el latín da un toque de distinción). Pues bien, ¿cómo vamos a llamar al seguro veterinario especialmente pensado para mascotas? Pues Canitas, jugando con el sustantivo can (='perro') y Sanitas.

                         
                                                        Foto: www.veterinariacanitas.es

UN EJEMPLO UN POCO MÁS COMPLEJO: NUEVO CASO DE PARONOMASIA Y JUEGO DE PALABRAS

 
     Un Centro Comercial de Mairena del Aljarafe (Sevilla), llamado Metromar por estar situado muy cerca del acceso al reciente Metro en Sevilla, pone este anuncio:

                    
                          Foto: José Alfonso Bolaños Luque

Cine y cena, palabras de pronunciación parecida, es decir, palabras parónimas, forman aquí un ejemplo de una figura literaria llamada paronomasia. A sólo un metro hace referencia, además de a la distancia, al nombre del CC (Metromar) y al hecho de que cogiendo un metro llegas allí. El tenedor de la imagen hace referencia a la cena, y pincha una cinta métrica, un "metro". Obsérvese el conceptismo: la palabra metro, explícita o evocada mediante imágenes,  usada en varias acepciones.

MI SEGUNDA HIJA ES METONÍMICA


    Ahora mismo, mi segunda hija tiene año y medio, y tiene muy claro el concepto de ahorro lingüístico. Pero no ahora, sino desde hace tiempo. No habla porque no le hace falta, no porque no sepa palabras y pueda aprenderlas, y esto lo sabemos en casa desde hace tiempo. Para empezar, es muy expresiva: los gestos de su cara y el uso de las manos (señalando con el índice, o usando las dos palmas hacia un objeto y echándolo para atrás para decir que no lo quiere), así como sonidos, le sirve para solicitar y expresar emociones de forma muy fácilmente interpretable. Estamos hablando de la comunicación no verbal (kinésica y paralingüística) usada con un alto rendimiento. Además, es una niña muy sociable: por donde va, le dice ¡hola! a todo el mundo y muchos se paran para hacerle cucamonas.
      Este uso comunicativo de gestos y sonidos le permite no ser precisa en su vocabulario verbal y no verbal, y echa mano con frecuencia de la metonimia: la parte por el todo.
     Muy pronto le enseñamos el Cinco lobitos tenía la loba, con el característico movimiento de mano. Y casi desde el principio ese girar de los cinco dedos lo usa, no solo para esa canción, sino para cualquier música. Desde bien pequeña, cuando oye música, u otros sonidos que le llaman la atención, se gira hacia ti y te mira, mientras que con la mano hace el gesto de los cinco lobitos. Significa: '¡Ey, música, qué guay!'
 
                                  

      Le enseñamos la palabra tata para dirigirse a su hermana mayor de siete años. Desde entonces, y aunque conoce perfectamente la palabra nene y nena, y niño y niña, ella se dirige a cualquier niño que ve llamándole con la palabra tata: ¡Tata, tata!, da igual que sea chico o chica. Una vez pasamos cerca de una taberna, donde había varios hombres cultivándose en insondables conversaciones, y empezó a decirles: ¡Papá, papá! Papá soy yo, pero en aquella ocasión vino a significar 'hombres'.
     Por aquí por donde vivo es fácil ver caballos, burros y mulos, y a mi hija esta visión le encanta. Le enseñamos para ellos la palabra jaca. Así que cuando los ve, los llama así: ¡Jaca! Pero también usa esta palabra para:

a) Otros animales que no son perros y gatos. Por ejemplo, cuando ve pintados en los supermercados vacas o cerdos también los llama jaca.

b) Los cochecitos y atracciones para niños. Pues como muchos de ellos son caballos tipo tiovivo, cuando ve uno, ya sea caballo, pato, coche o tren, es fácil: jaca.

      

Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com, salvo las fotos especificadas al pie como de webs distintas o mías.

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