jueves, 1 de mayo de 2014

Selectividad Junio 2012-2013 Titular Opción B

PAU COMENTARIO DE TEXTO Y LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA



Junio 2013. Examen de Selectividad Titular. Opción B
                 
La prueba

OPCIÓN B
 
Texto
 

Ahora lamento no haber dicho a mis padres que el hermano Salvador me vigilaba, porque el día que se presentó en casa de improviso no estaban prevenidos. Llegó dando patadas a la puerta y gritando. Mi madre no tuvo más remedio que dejarle pasar. Recuerdo que la casa estaba casi sin muebles porque se los estaba llevando gente desconocida por razones que no me atreví a preguntar pero que yo atribuía a su pobreza y no a la nuestra.
     Entró como una exhalación llamándome y no dejó de vociferar hasta que me encontró en la cocina fingiendo leer Alicia en el País de las Maravillas. Me preguntó cómo estaba, me arrancó el libro de las manos, me lo devolvió inmediatamente y me pidió, sin esperar mi respuesta, que le dejara hablar un momento con mi madre.
     Durante muchos años, me ha atormentado el remordimiento por haber invocado a los leprosos para que se comieran a ese energúmeno que estaba haciendo daño a mi madre, porque cuando acudí aterrorizado al oír sus gritos, vi cómo mi padre, desangelado e impotente, se abalanzaba sobre el hermano Salvador que estaba a horcajadas sobre ella, que se protegía el rostro con las manos para evitar el aliento de aquel puerco que hocicaba en su escote. Mi padre había salido del armario.



ALBERTO MÉNDEZ, Los girasoles ciegos

Cuestiones
1.
Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto. (Puntuación máxima: 1.5 puntos).

2.
2. a. Indique el tema del texto. (Puntuación máxima: 0.5 puntos).
2. b. Resuma el texto. (Puntuación máxima: 1 punto).

3.
Realice un comentario crítico del contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos).

4.
Explique las relaciones sintácticas que se establecen entre las oraciones del fragmento siguiente: Ahora lamento no haber dicho a mis padres que el hermano Salvador me vigilaba, porque el día que se presentó en casa de improviso no estaban prevenidos.  (Puntuación máxima: 2 puntos).

5.
Exponga las características de las principales tendencias de la narrativa española desde los años 70 a nuestros días. Cite las obras y autores más representativos. (Puntuación máxima: 2 puntos).


Comentarios previos relacionados con la prueba
                 
     
      Como se observará, en junio de 2013 la PAU de Comentario de Texto y Lengua Castellana y Literatura en Andalucía ofrecía tanto en su Opción A como en su Opción B textos literarios: en la Opción A, uno dramático de Luces de Bohemia y aquí, en la Opción B, un fragmento de la obra narrativa de Los girasoles ciegos.
     Realmente, la Ponencia puede ofrecer el examen que desee, pero hablando en términos probabilísticos, tras la lectura de sus propias indicaciones y la observación de lo que se ha venido haciendo hasta ahora, diremos que:

1. Esperamos, caso de que sea un fragmento literario, que el texto forme parte de una de las obras que la propia Ponencia recomienda, y no de cualquier otra del temario.

2. Teniendo en cuenta titulares y reservas, existe un 66.67% de posibilidades de que una opción ofrezca un texto periodístico y la otra una literario (no es el caso). De ser así, dado que para el periodístico se pregunta por características del lenguaje o géneros periodísticos, es probable que para el literario la pregunta 5 se enfoque al período literario con mención de corrientes, autores y obras.

3. Por tanto, tenemos un supuesto 33.33% de opciones de que los dos textos sean literarios, como aquí. En este caso, lo más probable es que uno sea narrativo y el otro lírico o dramático. En uno preguntarán por el género (en la Opción A: Género Dramático) y en el otro por el período en el que se sitúe la obra (en la Opción B, Los girasoles ciegos, se pregunta por las tendencias de la narrativa española desde 1970 a nuestros días).


4. También es muy probable que la pregunta 4 de una Opción sea de carácter morfosintáctico (analizar oraciones, explicar relación entre las proposiciones, ...) y en la otra opción, de otro tipo, como aquí, en la que se solicita explicar el sentido de determinadas expresiones.


Cuestión 1: Estructura y organización de ideas


     El texto pertenece al desenlace del relato Los girasoles ciegos (cuarta derrota de la obra homónima), y es susceptible de dividirse, a su vez, en Presentación, Nudo y Desenlace (estructura lineal o cronológica).

PRIMERA PARTE: PRESENTACIÓN (líneas 1-4: Ahora lamento ... patadas a la puerta y gritando). El hermano Salvador llega desesperado a casa de Elena y reclama entrar.

- La llegada del religioso coge de sorpresa a los padres de Lázaro: el niño no les había avisado de que le estaba vigilando y les toma desprevenidos.
- La forma de aparecer del hermano Salvador es estrepitosa y alarmante.

SEGUNDA PARTE: NUDO (líneas 4-12: Mi madre no tuvo más remedio ... dejara hablar un momento con mi madre). El hermano Salvador accede al piso y requiere amorosamente a Elena, con desesperación emotiva.

- Llega en el peor momento, cuando la familia había vendido los muebles y estaba a punto de huir.
- Elena le deja pasar para no levantar sospechas.
- El religioso entra gritando y trata bruscamente a Lázaro, al que pide que se retire para hablar con Elena.

TERCERA PARTE: DESENLACE (último párrafo): Ricardo sale de su escondite para enfrentarse al hermano Salvador, quien se encontraba acosando a Elena.
- El hermano Salvador, a horcajadas, acosa sentimental y sexualmente a Elena.
- Su marido, Ricardo, sale del armario y se abalanza sobre él.
- El niño, que lo presencia todo, sentirá remordimientos por su impotencia durante mucho tiempo.

NOTA: Es un poco arriesgado dividir el texto en Presentación-Nudo-Desenlace, aunque aquí cobra todo el sentido. Podría haberse hecho lo mismo sin titularlo así.

  Cuestión 2: Tema y Resumen
                           

2.a. Tema: Llegada al piso de un enloquecido hermano Salvador y salida del armario de Ricardo para oponerse al acoso a su esposa Elena.

 2.b. ResumenEl hermano Salvador, totalmente desbocado, llama a la puerta del piso familiar de Lázaro, armando escándalo, por lo que Elena debe dejarle entrar. Todo esto es presenciado por un Lázaro niño que hace de narrador y mezcla acontecimientos con su valoración infantil de ellos. El religioso ha venido para requerir a Elena y hacerla su esposa, dejando los hábitos, y acaba acosándola, lo que provoca que Ricardo salga a defenderla, malográndose así los planes para huir de Madrid.


Cuestión 3: Comentario Crítico


NOTA PREVIA



En cada examen de Selectividad que trabajo y acabo publicando aquí no me planteo lo que hecho con anterioridad; empiezo de nuevo ex nihilo, si se me permite la expresiónLo hago así para no repetirme y, en cierto modo, ofrecer Comentarios Críticos algo diferenciados unos de otros. El lector que se esté preparando la PAU haría bien en leerlos todos y agrupar aquello que le resulte cómodo o conveniente en función del tipo de texto. Lo digo porque el Comentario Crítico es de por sí extenso y hay que elegir qué decir y yo, por ejemplo, en algunas ocasiones me refiero a la deixis y en otras no, casi por azar, por ir acabando.
     También son muchas las maneras de abordarlo. A mí particularmente me gusta aplicar el siguiente medio-guion (una especie de síntesis rápida de un guion más extenso y pormenorizado, que tengo publicado en mi web, manojitos-de-mirra.webnode.es, en Lengua Castellana y Literatura (Bachillerato) > Destrezas de redacción > Comentario Crítico, y que está basado en el que aconsejan María Díaz Pacheco, Rosario Iglesias Hernández y Penélope Pedreira Rodríguez en su obra allí citada):

1º- Contextualización obra-autor mezclada con una especie de nuevo resumen, que a veces se extiende a ofrecer ya las primeras interpretaciones del texto.

2º- Valoro el contenido del texto e interpreto su sentido.

3º- Comento cualquier cuestión que me apetezca o sea llamativa antes de ofrecer mi opinión: lingüística, literaria, pragmática, ...

4º- Doy mi opinión personal, generalmente dos: una primera opinando sobre el propio texto y su importancia y otra extrapolada del texto y proyectada a algún asunto social, humano o de actualidad.

     Es conveniente introducir y concluir bien y que la redacción sea fluida, haciendo venir a cuento una idea con otra, pivotando sobre el texto y manteniendo la cohesión entre las partes. La redacción es clave, así como la comprensión textual.
     
     Por otro lado, los fragmentos de luces de bohemia suelen ser de especial dificultad comprensiva para el alumnado, por lo que, en general, salvo en casos de alumnos brillantes, se recomienda tener bien preparados determinados párrafos relacionados con la obra y su sentido general para el caso de que nos decidamos a abordarlo.


COMENTARIO CRÍTICO: Ofrezco ahora sin más preámbulo y sin especificar las partes y las pautas que estructuran mi texto, un ejemplo de lo que podría ser un Comentario Crítico del fragmento. No obstante, en rojo daré alguna que otra indicación para enriquecerlo.


 Este fragmento de Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez, se corresponde ya con el desenlace del último relato homónimo (Cuarta derrota: 1942 o Los girasoles ciegos), una original y dramática historia ambientada, como todos los relatos de la obra, en la inmediata posguerra tras el conflicto civil de 1936-1939. Aquí, Ricardo Mazo, un intelectual de izquierdas, vive refugiado en un armario de su piso en un Madrid recién tomado por las tropas nacionales y en el justo principio de un nuevo régimen, que especialmente se observa en las pautas de comportamiento que debe adoptar su esposa Elena y sus convecinos y, sobre todo, en el colegio de su hijo Lázaro, donde el canto de los himnos patrióticos es símbolo de la nueva España que por entonces comenzaba, narrado con cierta falsa neutralidad que a veces deja ver profunda amargura y lánguida tristeza. Esta procede, no de la ideología del autor, sino más bien del hecho del sufrimiento que cualquier guerra y posterior imposición ideológica de los vencedores causa en los individuos, las familias y la sociedad en general, unido al derrumbe económico, la pobreza y la ruina moral en muchos casos.

     En este relato se entrecruzan la situación extrema de Ricardo, que vive sepultado en su propia casa, la de Elena, que debe esforzarse por mantener un equilibrio de imposturas muy complicado, la de Lázaro, que debe vivir dos vidas (externa e interna), siendo solo un niño y la del hermano Salvador, un fanático del bando nacional y del nacional-catolicismo, que vive intensa y radicalmente sus ideas y al tiempo un fogoso enamoramiento progresivo de Elena, lo que hará confluir todas estas situaciones entrecruzándolas en un desenlace trágico, no solo porque acaba en la muerte de Ricardo (que era el final más lógico, dada su difícil situación) sino porque se produce justo en el momento en el que el desenlace podría haber sido otro, justo cuando estaba todo listo para emprender una larga huida a Francia.
    Aquí es donde se sitúa nuestro fragmento. El hermano Salvador ya le ha propuesto matrimonio a Elena, a la que cree viuda, y ha sido rechazado por ella. Esto es incomprensible para alguien que estaba dispuesto a ejecutar una proeza, dejar los hábitos, el futuro programado, su misión, por ella. Realmente, desde su cosmovisión, era la única vía posible de escape para el hermano Salvador: él también procuraba una salida para su situación de acorralamiento psicológico. Pues, convencido de que se encontraba enamorado de Elena, lo único que se ajustaba a su moral era el matrimonio con ella, ya que, desde luego, él era consciente de que se sentía atraído por esta mujer. Doloroso por una parte, pues significaba abandonar sus pretensiones de dedicarse al sacerdocio, pero noble al fin y al cabo, pues daba cauce a sus intenciones de posesionarse de Elena sin que ello constituyera un problema de conciencia. Su lucha mental consistía en dar carta de nobleza a un sentimiento que de otro modo habría de considerarse lujuria y, por lo tanto, pecado. El incomprensible rechazo de una supuesta mujer desvalida, sin el amparo de un marido ni ninguna figura masculina y a cargo de un niño que, por otro lado, él cree conocer bien, enloquece a este hombre que decide aparecer en el piso de los Mazo sin previo aviso y estropeando, a la postre, los planes de huida de la familia. Llega dando patadas a la puerta y Elena tiene que abrirle, y, como otras veces hizo, tal vez su idea fuera bandear la situación aguantando lo que fuera, pero esta vez las cosas pasan a mayores y la agresión sexual del religioso hace que grite y, por tanto, que Ricardo salga de su armario y se abalance sobre él.

[Lo que acabo de hacer es contextualizar el fragmento y al tiempo ofrecer un resumen más desgranado, conectado y comentado, ampliado. Aquí puedes añadir teoría sobre la obra, como el año de edición, y conectarlo con las tendencias de la narrativa de los años 70 a la actualidad.]

       Otro elemento de extrema importancia en el relato, además del cruce de historias, es la existencia de tres narradores, que contribuyen poderosamente al cruce mencionado en la trama, al confluir las visiones de los acontecimientos en un final donde las voces narrativas se simultanean de manera más rápida que en el resto del relato. Tenemos, de un lado, un narrador en cierto modo objetivo, aunque se detectan rasgos de subjetividad en ocasiones al valorar acontecimientos: se trata de un narrador omnisciente cuya voz, en la edición de Anagrama, aparece en letra redonda y sin intensificar. Por otra parte, aparece asimismo la voz del hermano Salvador, quien relata los hechos desde su punto de vita de manera epistolar. Se dirige en una carta a un reverendo padre, y su historia adquiere forma de confesión. Como Lázaro de Tormes, el hermano Salvador trata de justificar ante un tercero el por qué de sus actos y decisiones, contando los hechos en función de su interpretación de estos y de su visión de la vida, y por eso está transido de valoraciones, exclamaciones, razonamientos lógicos y emotividad. Sus palabras aparecen en cursiva en la edición mencionada. Y en negrita las del tercer narrador, Lázaro; la voz de un niño que cuenta con interpretación infantil, no solo los acontecimientos, sino el alrededor, y es el que mejor nos ofrece una estampa del Madrid de 1942. Este es el caso de nuestro fragmento: está contado por un narrador que en el momento de los hechos era niño y testigo de lo que sucedió y que, a pesar de su mentalidad aún infantil retrata y valora perfectamente lo que sucede, entreverándolo con nuevas revelaciones que le vienen a la mente a posteriori y que acuciarán a su conciencia: él se da cuenta de que tendría que haber avisado a sus padres de cómo estaban yendo las cosas en el colegio con el religioso, entiende perfectamente lo que pretende hacer y hace el hermano Salvador con su madre, expresando su repulsa aunque aún no es capaz de comprender bien por qué se están quedando sin muebles, pues desconoce el plan de huida y cree que los muebles se han vendido para suplir las necesidades de otros que él cree más pobre que ellos mismos. 

             

[Introduce a modo de ejemplos frases y expresiones del fragmento que ilustren lo que estamos comentando de la visión de Lázaro y también que apoyen lo que se ha dicho anteriormente; entre paréntesis y entre comillas.]

     Creemos que el hecho de que, al irrumpir el hermano Salvador, Lázaro se encontrase fingiendo leer Alicia en el País de las Maravillas no es mera casualidad, sino que en cierto modo se trata de un símbolo. En primer lugar, porque se trata de una obra infantil extranjera, llena de fantasía y cargada de significados, y esto es pura contraposición a todo aquello que representa el hermano Salvador. Pero, por otra parte, Lázaro solo finge leerla (para dar sensación de una supuesta actividad a su llegada): el niño nunca se refugia en su mundo o en cualquier otro que no sea la pura realidad que le circunda, ya sea fuera, ya sea dentro de su casa, y su propia impostura para con los demás con respecto a su padre y su vida familiar es consciente y premeditada.

     Es él el protagonista y el narrador, en última instancia, y por eso el texto va cargado de marcas de subjetividad. No solo por comentarios explícitamente valorativos y el uso de la primera persona (Me preguntó...) sino por la adjetivación valorativa (desangelado e impotente), y no solo la adjetivación, sino que sustantivos (energúmeno, puerco) y verbos (hocicaba) forman parte del elenco de vocablos cargados de valoración subjetiva (y justificada: estamos hablando de sus padres y de un intruso que les fastidia la vida). Esto es un rasgo propio de la prosa de Alberto Méndez: mantiene, dentro de los límites de la ficción narrativa, un tono sobrio y aséptico con respecto a los acontecimientos muy duros que cuenta, y se reserva los elementos de valoración subjetiva para determinados momentos: aquí, por ejemplo, y en boca del chiquillo, para denostar la figura de un maestro que le acosa a él en el colegio, a su madre y que tira por tierra su ya inestable familia. Recordemos que su hermana Elena, de la que nada saben, falleció al dar a luz en su huida tras la derrota republicana, y aparece ya cadáver en la Segunda Derrota: 1940 o Manuscrito encontrado en el olvido de esta inolvidable obra.

[Concluyo aquí mi comentario, pero señalo que puede completarse de muchas maneras. Puede cotejarse con otro comentario mío de Los girasoles ciegos, en este caso de Septiembre de este mismo curso, donde hago referencia a la película, entre otras cosas. Puede referirse el alumno asimismo al tono de confesión, aunque no religioso, de diálogo de un Lázaro ya mayor con el propio lector, y apuntar opiniones personales, siempre que estén bien traídas, sobre temas diversos como la destrucción de la guerra, la Guerra Civil española o cualquier guerra, la democracia y los regímenes autoritarios, el fanatismo religioso o de cualquier otro tipo, la obsesión supuestamente amorosa, la invasión de la intimidad, ...]

  Cuestión 4: Explicar relaciones sintácticas entre proposiciones


     El fragmento es:

Ahora lamento no haber dicho a mis padres que el hermano Salvador me vigilaba, porque el día que se presentó en casa de improviso no estaban prevenidos

     El fragmento se compone de un solo enunciado oracional, que comienza con un Ahora, adverbio temporal, que además de Complemento Circunstancial de Tiempo tiene cierta función conectora (es un deíctico, realmente, que conecta el presente del narrador con el presente de los personajes).
     Se trata de una oración compuesta por subordinación, cuyo verbo principal es lamento, con un sujeto omitido (implícito) yo, y con el que se relacionan dos proposiciones subordinadas que cumplen funciones dentro de la principal regida por lamento: una, su CD, es una Proposición Subordinada Sustantiva de Infinitivo (no haber dicho a mis padres que el hermano Salvador me vigilaba); otra, su CC de Causa, es una Proposición Subordinada Adverbial Impropia Causal introducida por la conjunción porque (porque el día que se presentó en casa de improviso no estaban prevenidos).
     Ambas proposiciones subordinadas, la Sustantiva y la Adverbial, son a su vez Proposiciones Compuestas por Subordinación. En el caso de la Sustantiva en función de CD, su verbo principal es el infinitivo compuesto haber dicho, con el mismo sujeto yo elíptico y, por orden, un CI (el SPrep a mis padres) y un CD (la Proposición Subordinada Sustantiva introducida por la conjunción que, que el hermano Salvador me vigilaba), proposición completiva, esta vez simple, regida por el verbo vigilaba.
     La Proposición Adverbial que funciona como CC de Causa de lamento tiene como verbo principal el verbo copulativo estaban y atributo prevenidos. Aquí, funcionando de Adyacente del sustantivo día, en el SN el día que se presentó en casa de improviso, que es CCT de estaban, aparece no un SAdj o SPrep, sino la Proposición Subordinada Adjetiva que se presentó en casa de improviso, introducida por el pronombre relativo que, y cuyo verbo es (se) presentó. Este que, además de nexo, al significar lo mismo que su antecedente día (significa aquel día) funciona como CCT de (se) presentó.

 




Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com



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