Asimsimo, los estudios antropológicos han mostrado que los miembros de algunas tribus primitivas tienen dos nombres: uno "ficticio", que utilizan para relacionarse con los demás, y otro "auténtico", que mantienen en secreto porque creen que quienes lo conocieran podían tener poderes mágicos sobre ellos.
ANTONIO-ENRIQUE PÉREZ LUÑO: Teoría del Derecho. Una concepción de la experiencia jurídica, Tecnos, 5ª edición; Madrid, 2006; p. 31).
*
Pero bueno, en todo caso podríamos preguntar:
¿Qué aporta el estudio de "mundos de ficción", es decir, de la Literatura, en unos planes de estudios generales como la Secundaria?
Las respuestas son muchas. Pero partamos de la idea de que las asignaturas que podríamos considerar más "serias", más "científicas", más "instrumentales" también operan con ficciones. Un mapa, pongamos por caso, es una ficción, una representación que nos ayuda a entender la realidad. Pero, por supuesto, no esperaríamos encontrar los paralelos si viajamos por mar, o toparnos con las líneas de los trópicos. Esto lo dijo Ortega y Gasset, al que cita Antonio-Enrique Pérez Luño [op. cit., p. 36]: "¿No es grotesca la representación topográfica de una tierra? Y, sin embargo, nos sirve el mapa para caminar seguros por ella; este carácter de ficción que tiene el concepto, ésta su consciente falsedad, es su mayor virtud [...]. La verdad resulta cuando al trasluz de ese mundo ficticio miramos la realidad" (Obras completas, vol. 2; Alianza/Ed. Revista de Occidente, Madrid, 1983; p. 649). Las matemáticas, pongamos por caso, operan con abstracciones (los números) y nos propone auténticos juegos de lógica (los problemas).
Siguiendo a S. Stuart Park, podemos señalar que la diferencia básica entre ambas ficciones es que la geográfica no deja de ser centrífuga a ella, hace referencia a la realidad que desea representar (predomina la Función Representativa o Referencial; el contexto, lo externo al texto, es lo importante), y lo mismo diríamos de la ficción del núcleo atómico representado por "bolitas" (neutrones, protones, ...), y cualquier otra de este tipo. Sin embargo, el texto literario es centrípeto, mira hacia sí mismo, lo importante es su mensaje per se, y por ello predomina la Función Poética: aquí sí que crea su propio mundo y este es un verdadero Universo, donde no existe la verdad ni la mentira, sino lo verosímil y lo inverosímil. De este modo, en El Señor de los Anillos es perfectamente asumible la existencia de la magia y de los orcos y los elfos (que son mentira en nuestro mundo "real") y, sin embargo, no podemos aceptar que Gandalf saque un móvil del bolsillo de su túnica y le pregunte a Frodo que dónde está vía What`sApp, y si ha llegado ya al Monte del Destino (porque esa situación es inverosímil en ese mundo ficticio, aunque para nosotros es una realidad diaria).
Al estudiar Literatura, estudiaremos textos que nos ayudarán a entendernos a nosotros mismos, a los demás, otras épocas históricas (no solo por lo que pasó, sino por lo que en esa época se podía imaginar que pasara, se podía especular, hipotetizar, crear, construir), la expresión verbal de los sentimientos, la belleza formal de las palabras, mundos paralelos que jamás existieron ni existirán, opciones y cálculos que sí pueden verse hechos realidad (ahí tenemos los ejemplos de Julio Verne o de Aldous Huxley) y nos harán reflexionar y preguntarnos sobre muchos temas.
Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com/
Que bien escribes y te espresas. Escribes lo que quieres decir y lo dices muy bien.
ResponderEliminarA ti, Lola, no te hace falta, tus palabras, hace tiempo fueron las más sinceras y certeras con las que me topé. Siempre es una alegría verte, porque para mí eres símbolo de nobleza, Lola. Y a pesar del silencio que ha mediado todo este tiempo, verte, con o sin palabras, es de una alegría pacífica y difícil de expresar. No sé lo que se irá diciendo de mí por la torreta en ruinas, ya hace tiempo que me resulta bastante indiferente, gracias a Dios. Espero que estés bien, y tu familia. Un saludo muy afectuoso.
Eliminar