DIMENSIONAR OPERACIONES MATEMÁTICAS
El hombre es un ser tridimensional,
física y muy probablemente mental y espiritualmente. A lo más que llega es a
tres.
El
punto es la dimensión 0, al menos mientras el punto sea diminuto a nuestros
ojos. La línea tiene dimensión 1; el plano ya cuenta con dos dimensiones; y los
cuerpos con volumen, como el cubo, tienen dimensión 3. Es lógico pensar que
existan otras dimensiones en medio, como la dimensión 1’5 o 2’25, y aquí
estamos en la teoría de los fractales. Pero no pasamos de tres.
Desde
un punto de vista matemático, abstracto, se pueden definir cuantas dimensiones
se quiera (4, 5, 6, …) pero somos incapaces de imaginarlo y, por tanto, parece
que en principio nos serán de poca utilidad. Algunos ven en el tiempo la 4ª
Dimensión; si eso fuera así, de todos modos, ¿cuál es la 5ª? A mí, lo de que el
tiempo sea la 4ª dimensión no me acaba de convencer, es que no lo “visualizo”.
Otros hablan del espíritu y lo sobrenatural para referirse a dimensiones
mayores a la 3ª.
Las
operaciones matemáticas más básicas también parecen tridimensionales. Contar,
la operación más elemental, sería la dimensión 0. Uno cuenta objetos hasta que
termina de hacerlo, y se queda sólo con un número (realmente, contar es sumar
de uno en uno; la dimensión 0, más que contar, es definir o dar un número: 2,
5, 153, …). La dimensión 1 es sumar, el proceso, no el resultado, que es un
solo número también. Multiplicar incluye sumar, pero va más allá (es más
potente): tendría dimensión 2. Multiplicar es sumar x veces el mismo número: 5x3 = 5+5+5 = 3+3+3+3+3 = 15. Elevar a una
potencia es el paso siguiente (dimensión 3): es multiplicar por sí mismo un
número x veces. 23 = 2x2x2
= 8. Y ahí nos quedamos, en la dimensión 3 de las operaciones matemáticas. No seguimos,
probablemente porque no nos resulta útil. Seguramente existe, no lo sé, no soy
matemático, pero si así es, la operación de dimensión 4, el paso siguiente, es
desconocida para el común de los mortales. Ni conocemos sus propiedades
(conmutativa, asociativa, etc.).
No
se sigue en la escuela. Nadie te hace razonar y usar una operación que consista
en elevar un número por sí mismo x
veces. Por ejemplo, elevar 3 al cubo cinco veces: 3 elevado a 3, a su vez
elevado a 3, a su vez elevado a 3, a su vez elevado a 3, a su vez elevado a 3:
un número enorme inmanejable ya, seguramente. Ni te cuento dimensiones mayores.
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