domingo, 30 de marzo de 2014

Reseñas de Lecturas: "Crónica de una muerte anunciada" y "1984"

 1984 de George Orwell y Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez

 

He estado hasta hace bien poco simultaneando dos lecturas: Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez, la última de las lecturas obligatorias de 2º de Bachillerato, y 1984, de George Orwell.

                    

     Con respecto a Crónica de una muerte anunciada, que fue la primera de las dos que empecé y la última que acabé, me pasa lo de siempre con Gabriel García Márquez. Se trata de una obra maestra, cuyos centros de atención son la exuberancia (de personajes, de sucesos, de anécdotas narradas, ...) y el lenguaje mismo (las tramas cruzadas, el vocabulario, las expresiones, ...); en este caso concreto de Crónica de una muerte anunciada, el desenlace lo impregna todo de principio a fin, e incluso el camino que recompone el rompecabezas no es tan importante como la forma de narrar. No obstante, debo decir con sinceridad que a mí no me ha enganchado; el realismo mágico no me llega como lector. Cuestión de gustos, imagino. Los pasos perdidos, de Carpentier, no me gustó nada; y de García Márquez me gustan especialmente los cuentos, pero Crónica de una muerte anunciada no es un libro que me haya hecho disfrutar más que, por ejemplo, y sin querer comparar, Un viejo que leía novelas de amor, y Cien años de soledad decidí dejar de leerlo más o menos a la mitad para no decepcionarme con él, y estoy dejando mucho tiempo, años, para decidirme a leerlo desde el principio en una mejor ocasión. Sé que García Márquez es un maestro de la narrativa en español, pero tal vez mis gustos literarios (Cervantes, Borges, Unamuno, ...) no están en sintonía con él, aunque siempre me he considerado muy versátil como lector, quiero decir, soy capaz de disfrutar con clásicos de todas las épocas y géneros.

     Destaco esta frase:
 
..., y no reconoció otra autoridad que la suya ni más servidumbre que la de su obsesión.
 
    

     Orwell sí ha conseguido engancharme, desde luego. Ya me gustó su personalidad, con la que he conseguido identificarme en algunos aspectos, en especial el hecho de que, aunque se trata de un hombre comprometido con sus ideales (en este caso, políticos) no se deja llevar por el dogmatismo, sino que aplica criterio y sentido común a la realidad y a su propia ideología. De ahí que, tanto los de izquierdas como los de derechas, puedan llegar a rechazarlo o atribuírselo como de los suyos. Y no se trata de eso, claro. En ese sentido, en cierto modo, tiene paralelismos con Unamuno. En definitiva, me parece que fue un hombre que primero fue hombre por encima de otros criterios y, a partir de ahí, pudo sostener tesis políticas y sociales sin dejarse arrastrar por axiomas cerrados que pretenden imponerse al individuo y su libertad.
      1984 es uno de esos libros que se mencionan junto a otros de similar cariz ético y social: Un mundo feliz, de Aldous Huxley, por ejemplo, que me hicieron leer en Ética de 3º de BUP, o Rebelión en la granja, del mismo Orwell; incluso puede ir acompañando al Diario de Ana Frank, si bien esta obra es personal y basada en vivencias reales en un terrible contexto real, mientras que las otras mencionadas son de carácter futurista y alegórico, tal vez profético. De hecho, yo he conseguido vincular 1984 a Los girasoles ciegos, en el Comentario Crítico de un fragmento de este, aprovechando que la novela de Orwell fue obligatoria para mis alumnos en Filosofía y Ciudadanía de 1º de Bachillerato el curso pasado. Tanto una como otra tienen película, por cierto.
   
      1984 es ese tipo de libros que te tiene interesado en su lectura pero que sabes que el final no te va a gustar, no porque no estés conforme con él, sino porque el final es lo de menos y porque en el fondo te gustaría que no acabase. La desesperanza para el individuo es, creo, su eje central, pero a pesar de su tono negativo (o tal vez por ello), esta lectura te hacer reflexionar sobre el valor de la libertad y de la vida humana, entre otros temas.  

      Voy a resaltar algunos fragmentos. El primero, relacionado con esto que acabo de mencionar del valor del ser humano:
 
Bien comprendía Winston que estas cosas no podían suceder ahora. Lo que había era miedo, odio y dolor físico, pero no emociones dignas ni penas profundas y complejas. Todo eso lo había visto, soñando, en los ojos de su madre y su hermanita, que lo miraban a él a través de las aguas verdeoscuras, a una inmensa profundidad y sin dejar de hundirse.
 
El siguiente, que se aplica en el libro a un régimen totalitario que desea controlarlo todo y pretende guiar pensamientos y comportamientos a través de la propaganda constante, me recuerda, no obstante, a la sociedad en la que vivo yo. Es democrática y libre, pero libre en potencia. Si no aprovechamos esa libertad para tener criterio y aprender el arte de pensar, nos puede pasar un tanto lo mismo, si cambiamos Partido por consumismo, intereses económicos o incluso ideológicos (la religión de los VIPs y superpoderosos de hoy, la New Age que cree vincularse a la ciencia y a la filosofía zen, de la que dimanan migajas a los de aquí abajo, que creen no tener creencias religiosas y filosóficas, y llevan el relativismo a aquello que les va pareciendo, casi sin pensar):
 
Todas las creencias, costumbres, aficiones, emociones y actitudes mentales que caracterizan a nuestro tiempo sirven para sostener la mística del Partido y evitar que la naturaleza de la sociedad actual sea percibida por la masa.
 
     Las demás las he seleccionado porque, descontextualizadas, se relacionan con mis últimas vivencias y pensamientos. Por ejemplo, esta frase espero que me pase en breve:
 
... había dejado de ser para él un penoso recuerdo, convirtiéndose en un recuerdo molesto.
 
 Y este fragmento me gusta porque lo puedo relacionar con el trabajo de mucha gente, y en cierto modo con las actuales presiones en Educación. De hecho, ya he comentado que muchas ideas en Educación que están llegando ahora me encantan si se hicieran bien, pero por desgracia no se quiere hacer en serio y casi siempre queda en el papel, el informecito que tanto tiempo quita. Y la sensación de que le están dando vueltas a algo que en parte ya existía y la están renombrando, y en parte que harán al final lo que han deshecho, esa sensación es desagradable, la verdad:

En aquel despacho se dedicaban a redactar algo que llamaban el informe provisional, pero Winston nunca había llegado a enterarse de qué tenían que informar. Tenía alguna relación con la cuestión de si las comas deben ser colocadas dentro o fuera de las comillas. Había otros cuatro en el subcomité, todos en situación semejante a la de Winston. Algunos días se marchaban apenas se habían reunido después de reconocer sinceramente que no había nada que hacer. Pero otros días se ponían a trabajar casi con encarnizamiento haciendo grandes alardes del aprovechamiento del tiempo redactando largos informes que nunca terminaban. En esas ocasiones discutían sobre cuál era el asunto sobre cuya discusión se les había encargado y esto les llevaba a complicadas argumentaciones y sutiles distingos con interminables digresiones, peleas, amenazas e incluso recurrían a las autoridades superiores. Pero de pronto parecía retirárseles la vida y se quedaban inmóviles en torno a la mesa mirándose unos a otros con ojos apagados como fantasmas que se esfuman con el canto del gallo.
            

Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com

sábado, 29 de marzo de 2014

Matemáticas y Poesía (I)

MATEMÁTICAS Y POESÍA:

INTRODUCCIÓN

 
 
 
 
Comienzo aquí una serie de artículos que pretenden tocar, no solo las relaciones entre las matemáticas y la poesía, sino asimismo trascender esta temática a todo cuanto nos lleven las reflexiones y los descubrimientos que vayamos haciendo, hasta agotar los caminos. Los caminos, digo, y no el camino; no ir a la deriva, sin más, pero sí recorrer las distintas ramas del fractal que se vaya formando ante nosotros.
     El poeta es creador, re-creador del mundo. Observar la matemática de la poesía no es trivializarla, ni reducirla. Las matemáticas del mundo físico, el lenguaje de las leyes del Universo, el descubrimiento de regularidades en la Naturaleza no perturba ni su grandiosidad, ni su realidad, ni su belleza. Más bien las acrecientan. Solo un concepto sesgado y parcial de la poesía, o erróneo de las matemáticas, pueden llevar a pensar en que no existe una relación estrecha entre ambas, o que dicha relación es anecdótica o intrascendente. La poesía re-crea el mundo, o crea su mundo y este, como el nuestro, es más de lo que parece. Es belleza y fealdad, dice lo que dice y se sobrepone a su vez a lo que parece querer decir: esconde símbolos como tesoros enterrados que descubrir; anticipa verdades como profecías bajo el ropaje del juego; es metáfora y, por tanto, es lenguaje, es lengua viva y de nueva forja. Cada realidad física y fisiológica, cada realidad de lo ya creado, esconde tesoros enterrados que se descubren cada vez que puede descifrarse su fórmula. Y esto es sabido desde tiempos muy remotos.
Obsérvese, si no, el número áureo, que nos aparecerá cuando hablemos del soneto. Ese extraño número de nombre poético que da forma a la concha del caracol y al universo al completo. La poesía y las matemáticas parecen llevarnos a la verdadera realidad de las cosas, como creía Bécquer, y nos hacen creer que todo es símbolo de otra cosa.
 
 
 
     Esta serie igual podía haberse llamado De Prólogos. Hay libros deliciosos que tienen estudios previos deliciosos, ya lo comenté en otro lugar. Y nosotros, para empezar, vamos a acudir a uno, de Antonio Carvajal a los Sonetos espirituales de Juan Ramón Jiménez. Su Memoria inmortal es un prólogo que leo cada cierto tiempo, igual que el de Torquil Duthie a su selección del Kokinshu. En nuestro caso, tomaremos el principio del prólogo de Carvajal y lo glosaremos y ampliaremos. Él nos va a llevar a la comprensión de las matemáticas del ritmo y el cómputo silábico de la sextina y el soneto y, con este, aparecerá el número áureo. Aquí, creo, nos pararemos, y trataremos de explicar un poco su importancia, o, al menos, dar alguna referencia bibliográfica. Haremos notar, me parece, la relación aquí de la poesía más clásica y elevada con el puro juego, la cábala, la magia y los enigmas, lo que nos conducirá inevitablemente a Rafael de Cózar Sievert. Y, aunque nuestro interés es más por la literatura castellana, repasaremos las normas métricas del waka y el haiku japonés y, a partir de ahí, ya veremos si viajamos a China o a dónde. Recuperaremos un articulito mío publicado en Holos, para acercarnos a la combinatoria, a ver si somos capaces de ampliar algo lo que se dijo allí.
 
      No existe aquí en este blog más ánimo que aprender escribiendo. Igual que apuntábamos en la serie de preposiciones, conjunciones y sintaxis, no creemos estar descubriendo la pólvora y, en todo caso, si aquí se perfila alguna línea interesante de estudio e investigación, tal vez nos ocupemos de ella con cierta seriedad y mayores referencias bibliográficas. Si se da ese caso, lo publicaremos en otro lugar.
 
 
CURIOSIDAD: Entra en el banco de imágenes gratis http://photopin.com e introduce la palabra POETRY. Verás cuántos fractales y números áureos aparecen en imágenes relacionadas con la poesía.
 
 
Texto: José Alfonso Bolaños Luque


jueves, 27 de marzo de 2014

Selectividad Lengua Castellana y Literatura II: SEPTIEMBRE, Reserva B, Opción A


PAU COMENTARIO DE TEXTO Y LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

Septiembre 2013

Reserva B

Opción A

Fiestas de Alto Riesgo 

 

INTRODUCCIÓN


Mis alumnos de 2º de Bachillerato tienen encomendados Organización de Ideas, Tema, Resumen y Comentario Crítico del Texto Periodístico de este examen (Cuestiones 1-3). La cuestión 4, el análisis de una oración extraída del texto, ha debido ser resuelta en el aula.
     Ofrezco a continuación una solución plausible a esta prueba.

LA PRUEBA

Fiestas de alto riesgo

La tragedia ocurrida durante la noche de Halloween en el Madrid Arena, con tres chicas fallecidas por aplastamiento y otras dos gravemente heridas (1), muestra los elevados riesgos que implica la concentración de muchos millares de personas en un recinto cerrado, sobre todo si los controles son tan laxos como lo revela la entrada de menores a una macrofiesta donde se sabe de antemano que va a correr el alcohol en abundancia. Y es indudable que había menores, no solo porque lo digan numerosos asistentes, sino por el hecho de que una de las chicas gravemente heridas cuenta con 17 años. Tal vez un control más serio tampoco habría detectado la bengala y los petardos que, al parecer, dieron origen a la avalancha humana, pero refuerza la sospecha de que resulta fácil provocar un desastre en esos actos.
      Madrid Arena es propiedad de una empresa del Ayuntamiento de Madrid, que lo alquiló para la ocasión. La compañía organizadora de la fiesta asegura haber vendido 9.650 entradas, cifra algo inferior al aforo máximo permitido, pese a los testimonios de asistentes que hablan de un recinto abarrotado y de dificultades para moverse. Aunque el aforo máximo no fuera rebasado, la concentración de personas en determinados sectores puede haber sido superior a lo que la prudencia aconsejaba. La investigación ha de determinar no solo quién provocó el estallido del pánico, sino si existía un plan de seguridad a la altura del riesgo y un equipo adecuado para llevarlo a cabo, y si fue acertada la decisión de proseguir con el espectáculo, alegando que suspenderlo hubiera desatado un pánico mayor.
      Más allá de esas cuestiones, hay que plantearse si tiene sentido permitir la concentración de tantas personas en un recinto cerrado para fiestas masivas sin extremar las medidas de seguridad. No es divertido someterse a controles cuando se va de fiesta, pero la experiencia de los grandes estadios de fútbol no debe echarse en saco roto. Cuando se convoca a mucha gente a un acontecimiento, los asistentes confían a priori en la previsión de quienes lo permiten y lo promocionan. No es la primera vez que ocurre un desastre de esas características, aunque conviene aprender de los que ya se han producido: el festival Loveparade en el que murieron 20 personas en Duisburgo (Alemania), en julio de 2010, no ha vuelto a celebrarse.

                                                                                             El País. 02/11/2012

(1) Estas dos chicas fallecieron días después de redactarse este editorial.

Cuestiones


1. Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto. (Puntuación máxima: 1,5 puntos).
2. 2. a. Indique el tema del texto. (Puntuación máxima: 0,5 puntos).
2. b. Resuma el texto. (Puntuación máxima: 1 punto).
3. Realice un comentario crítico del contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos).
4. Analice sintácticamente la siguiente oración: Madrid Arena es propiedad de una empresa del
Ayuntamiento de Madrid, que lo alquiló para la ocasión. (Puntuación máxima: 2 puntos).
5. Exponga las características fundamentales de los principales subgéneros periodísticos (información,
opinión y mixtos). (Puntuación máxima: 2 puntos).


CUESTIÓN Nº 1: ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE IDEAS


NOTA:  Aunque el texto es sencillo, la estructura y organización de las ideas no lo parece tanto. Como se trata de un texto argumentativo, lo dividiremos en Introducción, Cuerpo Argumentativo y Conclusión. En general, es un texto de estructura de encuadre o circular: parte de una idea general (hay que extremar las medidas de seguridad en eventos de masiva concentración de personas), desarrolla algunas ideas particulares centrándose en el desgraciado incidente del Madrid Arena y vuelve a lo general, enunciando ya la tesis. No obstante, para expresar al principio la idea general menciona antes el caso concreto del Madrid Arena y al final, cuando da la tesis, deriva a otro caso particular, el del Loveparade, por lo que el alumno puede verse un tanto desconcertado por este hecho. Así, también es estrictamente correcto que el texto empieza siendo inductivo, luego deductivo, luego inductivo y por último deductivo.

     Ofrezco a continuación, en azul, un ejemplo de solución para esta pregunta, pero debemos hacer notar que parte de la información que aquí se contiene podría ser más propia del Comentario Crítico que de la Organización de las Ideas, información que marco en rojo.

Este texto periodístico presenta una estructura tripartita propia de los argumentativos, que se suelen dividir en Introducción, Cuerpo de Texto y Conclusión. Nos encontramos, a su vez, en este caso, con una estructura circular o de encuadre, pues parte de un principio general, se centra en el caso particular del Madrid Arena y de ahí vuelve a la idea general (estructura deductiva-inductiva).

Primera Parte: INTRODUCCIÓN (líneas 1-4: "La tragedia ocurrida ...  el alcohol en abundancia"): Se expone el tema a tratar, el peligro de las aglomeraciones humanas en eventos, especialmente las macrofiestas, donde se sirve mucho alcohol, sin las suficientes medidas de seguridad. 
· Esta introducción presenta a su vez una estructura inductiva (de lo particular a lo general), pues el sujeto de esta larga oración hace referencia al caso concreto del Madrid Arena para llevarnos a la reflexión general de que este tipo de fiestas es peligroso, anticipando la tesis, que es que hay que extremar las medidas de seguridad en este tipo de concentración de personas.

Segunda Parte: CUERPO DE TEXTO  (líneas 4-15: "Y es indudable ... hubiera desatado un pánico mayor"): Se centra en el caso particular de la tragedia del Madrid Arena.
- Se encontraban muchos menores allí y se colaron unos petardos y una bengala.
- Casi se superó el aforo a pesar de los datos oficiales, y se concentraron demasiados asistentes en determinadas zonas.
-En lo que debe centrarse la investigación: quién provocó el estallido, el plan de seguridad, el equipo y las decisiones tomadas durante el incidente.

Tercera Parte: CONCLUSIÓN (último párrafo, líneas 17-23): Se plantea abiertamente la tesis: Debe debatirse si habría que extremar las medidas de seguridad en concentraciones humanas como las del Madrid Arena.
- Deberían aumentarse los controles como en los estadios de fútbol.
- Los asistentes confían en que se han previsto medidas adecuadas para su seguridad.
- Hay que aprender de las decisiones tomadas tras incidentes similares, como el festival alemán de Loveparade.
· Esta última parte presenta a su vez una estructura deductiva, justo al contrario que en la Introducción: aunque la conclusión como tal es una vuelta a lo general tras el cuerpo argumentativo, en sí misma es deductiva porque enuncia la tesis (general), va concretando medidas y concluye con el ejemplo concreto de Duisburgo.




CUESTIÓN Nº 2: TEMA Y RESUMEN

Tema: Necesidad de extremar las medidas de seguridad en concentraciones de personas a raíz de la tragedia del Madrid Arena.

Resumen: La celebración de Halloween en el Madrid Arena acabó en un desgraciado incidente que provocó una avalancha humana, causando heridos e incluso fallecidos entre los jóvenes presentes. Esta tragedia debe llevarnos a la reflexión de si no es necesario extremar las medidas de seguridad en estos casos, donde el alcohol abunda y hasta se permite el acceso a menores.


CUESTIÓN Nº 3: COMENTARIO CRÍTICO


Me dispongo a afrontar el Comentario Crítico de un texto sencillo. Al ser periodístico y, por tanto, argumentativo, voy a centarme en la tesis, que debo identificar, y en cómo se defiende (argumentos). Para ello, lo primero que voy a hacer es una Introducción donde explico el tipo de texto y ofrezco un breve resumen comentado. A continuación, o incluso antes, enunciaré la tesis y diré qué se pretende con este texto, analizando los tipos de argumentos (estaría bien que tuvieses delante el listado de tipos de argumentos). Me llama la atención el tipo de estructura, así que también lo comentaré. Sé que poco podré decir del lenguaje, pero añadiré alguna cosa. Antes de concluir, opinaré sobre algún tema vinculado al texto. De todos modos, como tengo el guion delante, no sé si antes de la opinión comentaré el tono, el tema, el ritmo, ... Mi Comentario debe tener alguna clase de conclusión. Bueno, empiezo, a ver qué me sale.         
 Fiestas de alto riesgo es un breve texto periodístico (aunque completo) de género de opinión, donde, a raíz del desgraciado incidente del Madrid Arena, se reflexiona acerca de las medidas de seguridad en este tipo de eventos masivos. Por tanto, nos encontramos ante un texto argumentativo, cuya tesis fundamental es que se deben extremar los elementos de seguridad en fiestas en lugares cerrados cuando hay una gran concentración de personas, aunque su enunciación no es firme, sino que se expresa como la necesidad de planteárselo ("..., hay que plantearse si tiene sentido permitir la concentración de tantas personas en un recinto cerrado para fiestas masivas sin extremar las medidas de seguridad"). El texto se publicó en el periódico de tirada nacional El País, el dos de noviembre de 2012, y, la no ir firmado, entendemos que se trata de un editorial (y de hecho lo sabemos por la nota 1, donde se expresa de forma explícita). El incidente aún hoy es recordado por todos los españoles y sigue teniendo vigencia en nuestras conciencias, por lo que sin duda trata un tema de actualidad, pero en el caso de la redacción y publicación de este editorial es de actualidad inmediata. Realmente, es un tema que podría plantearse en cualquier momento, pero tiene que pasar algo terrible, como este incidente, para que la opinión pública, los poderes y los medios de comunicación se planteen abordarlo con más firmeza.
     En el momento de su publicación, tres chicas de una edad similar a la mía (17, 18 años) habían fallecido por aplastamiento y otras dos, graves, murieron días después. En un recinto de amplio aforo, llamado Madrid Arena, se reunió una gran cantidad de jóvenes, incluidos menores, para celebrar la noche de Halloween. La presencia de estos menores, el hecho de que estos consumían alcohol y de que algunos introdujeron petardos y benagalas que hicieron estallar denota que las medidas de seguridad fallaron. Las explosiones provocaron el pánico y los asistentes, en su afán por huir, provocaron un tapón en la puerta de salida, produciéndose aplastamientos que segaron al vida de cinco chicas. En ese momento, se empezaba a investigar si se había o no sobrepasado el aforo, pero de todos modos la forma de reaccionar de los encargados no permitieron evacuar de manera segura aquel lugar, demostrando de nuevo graves fallos de seguridad. 
     El texto es, por tanto, un editorial que debe centrarse y se centra en esta fiesta convertida en tragedia. No podía ser de otra manera, habida cuenta de lo impactante de la noticia. Ocupó las portadas de los periódicos y dio pie a editoriales y artículos al respecto. Por tanto, el suceso del Madrid Arena no es solo el motivo que da pie a la reflexión general, sino que se convierte en el eje central del texto, que lo analiza en varios aspectos. Se exponen las consecuencias (fallecidas y heridos), los fallos de seguridad (controles insuficientes, permisividad de la entrada de menores, ...), el propietario y la entidad organizadora, las líneas que debe adoptar la investigación.
    No obstante, es lógico que el caso particular, que en ese momento focalizaba la atención, dé paso a una reflexión general, especialmente porque lo siguiente en que uno piensa es en que no se vuelva a repetir.  Así, en este editorial se defiende la tesis de que el incidente viene derivado de unas deficientes y poco estrictas medidas de seguridad, y defiende la idea de que estas deben ser más rigurosas. Esta tesis se expone en el primer enunciado del tercer párrafo, pero se anuncia justo al principio ("La tragedia ... muestra los elevados riesgos que implica la concentración de muchos millares de personas en un recinto cerrado, sobre todo si los controles son tan laxos como lo revela ...", donde ya se dice que los controles han sido laxos). En todo caso, esta tesis no se presenta de manera asertiva ("los controles deben ser más rigurosos"), sino de forma tímida un tanto, un poco sugerida (se defiende, más bien, que habría que reflexionar sobre esto). De todos modos, los argumentos que se esgrimen son potentes, pues se centran sobre todo en hechos y razonamientos lógicos de tipo causa-efecto. Así, la constatación de determinadas irregularidades, como el hecho de que hubiera menores en una fiesta donde no debe haberlos o que se hayan introducido en el recinto elementos peligrosos como bengalas, son prueba de que los controles no han sido certeros ni rigurosos. De todos modos, tal vez por la cercanía en el tiempo de los acontecimientos en relación con la redacción del texto, hay argumentos que se quedan en la duda o la especulación, y no pueden asegurarse ("Aunque el aforo máximo no fuera rebasado, ...", donde se manifiesta la duda pues aún no se han constatado los datos). Sin embargo, encontramos en el texto ideas que debilitan la argumentación, también a través de la duda ("Tal vez un control más serio tampoco habría detectado la bengala..:") y se apela al curso de la investigación para estar seguros de si se cometieron o no irregularidades y de qué calado, anticipando aquello en lo que dicha investigación debe centrarse y descubrir.
       Además de estos razonamientos basados en hechos, el diario se apoya en otro tipo de argumentación: el testimonio de testigos (que afirman que había menores y se les servía alcohol) y la analogía. Los argumentos por analogía son de dos clases. En primer lugar, se compara lo sucedido en Madrid con lo acontecido en Duisburgo (Alemania), poniéndose de relieve las semejanzas de los acontecimientos y, por tanto, sugiriéndose que la medida adoptada allí pueda ser tomada aquí. También se comparan estas macrofiestas con otro tipo de evento masivo en el que está mucho más controlada la seguridad: los partidos de fútbol.
     En general, los argumentos son en cierto modo incontestables y, por lo tanto, convincentes, pero la proximidad en el tiempo con el de los acontecimientos no le permite al periódico manifestar estos argumentos con seguridad: es necesario que se vayan desvelando datos de una investigación que acababa de comenzar para ir sacando conclusiones. Además, el hecho de que se trate de un editorial, es decir, que sea una opinión del periódico y no de una persona en particular, y el hecho de tratarse de un asunto serio y delicado, hacen que quede más que justificada esta prudencia expresiva y de juicio.
     El tono del texto es serio y el lenguaje sobrio, objetivo y de fácil comprensión, acorde con la gravedad del tema y la finalidad de hacer llegar una opinión mesurada a un gran número de receptores. De hecho, aunque lo hemos considerado argumentativo, que lo es, está cercano al género informativo: es un editorial que desea hacerse eco de un acontecimiento luctuoso e impactante muy reciente, más que realizar una valoración profunda y crítica.
     Su estructura, típica de los textos argumentativos (se divide en Presentación, Cuerpo Argumentativo y Conclusión), es la esperada pero al mismo tiempo efectiva. Es de carácter circular o de encuadre, es decir, parte de lo general para centrarse en lo particular (el caso de Madrid Arena) e ir de nuevo a lo general, en la conclusión, donde se encuentra la tesis. Pero con matices, pues si bien, en términos generales empieza siendo deductivo para volverse inductivo, en realidad el texto empieza haciendo alusión al caso concreto de la fiesta de Halloween en el Madrid Arena y termina con el caso, también particular, del festival de Loveparade en Alemania. Así, la estructura de Introducción-Cuerpo-Conclusión es deductiva de la Introducción al Cuerpo e inductiva del Cuerpo a la Conclusión, pero asimismo la Introducción es inductiva y la Conclusión deductiva. Una estructura, por tanto, digna de reseñar.
        
     Al estar mencionando el mismo hecho de manera reiterada y estar refiriéndose a una o dos ideas varias veces, es lógico que, entre los mecanismos de cohesión del texto, se eche mano de recursos como los campos semánticos y la sinonimia y aparezca la deíxis. Así, en lo semántico, vemos vinculados los términos fiesta, macrofiesta, concentración, acontecimiento, espectáculo y festival, como cohipónimos. Lo mismo sucede con tragedia y desastre; o con aplastamiento, avalancha, abarrotado, aforo, concentración, entre otros casos. No obstante, este aspecto no se encuentra muy cuidado en el texto, habida cuenta de la cantidad de veces que se repiten las mismas palabras pudiéndose sustituir por un sinónimo, lo cual puede estar dando cuenta de que se redactó con premura o que no se dio prioridad a este aspecto estilístico. Por ejemplo, el sustantivo chicas se repite para referirse a las que fallecieron en el incidente, cuando era relativamente fácil haber usado, por ejemplo, jóvenes la segunda vez. Se repiten asimismo, por ejemplo, desastre, fiesta, aforo máximo, concentración, riesgo, pánico o recinto cerrado
      Los deícticos son los esperados, todos anafóricos: determinantes ("esos actos"), pronombres ("suspenderlo"), ...
      De los pocos recursos llamativos del lenguaje ponemos de relieve la frase hecha, popular, "caer en saco rato" (que la experiencia en los campos de fútbol sirva también aquí y no se desaproveche) o el cultismo "a priori" (los asistentes dan por hecho que su seguridad está grantizada).
     Subsidiariamente, y también de manera tímida, parece que se está criticando la permisividad con que se concede que los menores de edad accedan a estas fiestas y se les sirva alcohol. De hecho, no podemos olvidar que el alcoholismo, o más bien su iniciación en él, es uno de los mayores problemas que tenemos los jóvenes españoles de hoy en día. Lo que no obsta para que, en todo caso, tengamos derecho a tener nuestros espacios de diversión y ocio y podamos disfrutar, a aquellos que nos guste, de este tipo de fiestas con las máximas garantías. ¿En manos de quiénes estamos en estos casos? Habría que plantearse, no solo que se refuercen las medidas de seguridad para este tipo de eventos, como propone este editorial, sino quiénes son sus gestores y qué preparación tienen, incluida la psicológica, desde el empresario que hace negocio con el festival hasta el último guardia de seguridad encargado del acceso y protección. Porque todos hemos visto las imágenes que con posterioridad se filtraron a los medios, y los porteros actuaron irresponsablemente al no permitir la salida de las personas entre las que cundión el pánico. Y, por otra parte, ¿realmente hemos aprendido la lección de esta tragedia, de estas muertes, o se siguen organizando fiestas de esta manera? ¿Ha cambiado algo nuestra legislación o forma de proceder de los poderes públicos a este respecto?
     En definitiva, este editorial, que es una forma de lamento por un suceso trágico que nos impactó a todos, y a un tiempo una crítica incipiente a las deficiencias de seguridad en estos eventos, que no es mayor por lo reciente del suceso cuando se redactó, vuelve a traernos estas reflexiones que no deberían echarse en el olvido.

         
     

  
Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: www.photopin.com


PD: Inserto foto con el análisis de la oración, a petición popular.





¡¡Ojalá siempre las pusieran así, chicos!!

miércoles, 26 de marzo de 2014

ANÁLISIS SINTÁCTICOS DIFICULTOSOS EN LAS AULAS DE SECUNDARIA


ESTRUCTURA IMPERSONAL  

HACE TIEMPO ...

Cuando se plantea en clase u otros foros la dificultad del análisis sintáctico de oraciones que empiezan por Hace tiempo ..., Hace días ..., Hace meses ..., las respuestas suelen limitarse a hacer notar que se trata de una oración impersonal. Bueno, bien, es cierto. El verbo HACER se usa para formar oraciones impersonales referidas a tiempo atmosférico (Hace viento, Hace frío) y de igual modo a tiempo cronológico, que es nuestro caso.
     Ese no es realmente la mayor dificultad de este tipo de estructuras, sino lo que viene a continuación. Tras el sustantivo de significado temporal (tiempo, meses, días, ...) aparece, sobre todo, la preposición de (admite otras, como desde), si lo que viene a continuación es un SN, o que, si se trata de una proposición:  
 
Hace tiempo de tu última visita / de nuestro último encuentro / de eso.

Hace tiempo que no nos vemos / que todo aquello acabó /  que busco una respuesta.

     Ahora imaginemos que queremos analizar la oración. Diríamos que es impersonal, y marcaríamos como núcleo del predicado el verbo hace. Es posible, para empezar, que en realidad el núcleo sea Hace tiempo, locución verbal, pero el hecho de que no esté fosilizada y presente variantes (Hace mucho tiempo, Hace poco tiempo, Hace días, Hace escasos meses, Hace demasiados años, ...) nos hace recelar, y por tanto dejamos hace como núcleo de la oración. Entonces, por ejemplo, en una oración como Hace tiempo de nuestro último encuentro, ¿tiempo es el CD? ¿O más bien sería el SN tiempo de nuestro último encuentro el que funcionaría de CD? El problema aquí es que, sea uno u otro, ¿podemos sustituirlo por lo?

Hace tiempo de nuestro último encuentro --> Lo hace / *Lo hace de nuestro último encuentro.
 Imágenes de montañas, ríos, cascadas, paisajes y flores
*Lo hace de nuestro último encuentro no es posible en español, según nos indica nuestra competencia lingüística, pero Lo hace sí nos parece plausible, aunque nos extraña un tanto. Así que, según este razonamiento, este hace impersonal pide de CD un SN con N un sustantivo de significado temporal (días, tiempo, meses, horas, ...) y con un Adyacente introducido por la preposción de, o desde. Lo que sucede es que ese Adyacente no parece opcional, y marca el punto de inicio desde el cual se produce el lapso temporal al que se hace referencia. No es opcional, porque no podemos decir, tal cual, Hace tiempo. Si así lo hiciéramos, nuestro interlocutor preguntaría ¿de qué? Por lo que, más que un Adyacente, tal vez debería considerarse un CRég. Este razonamiento ahora echa por tierra la idea de que tiempo de... sea un CD; tendríamos, por tanto, que decantarnos por pensar que la construcción Hace tiempo y variantes es una locución verbal y el SPrep que viene a continuación sería CRég.

Imágenes de montañas, ríos, cascadas, paisajes y flores
      Ahora bien, en ese caso, tendríamos que ser capaces de construir estructuras con ese CRég cuyo término de preposición fuera una Proposición Subordinada Sustantiva. Así, si digo Hace tiempo de nuestro último encuentro, deberíamos poder decir también *Hace tiempo de que nos encontramos por última vez, y eso no es posible, o al menos no es muy frecuente, aunque sí Hace tiempo desde que nos encontramos por última vez. En todo caso, ¿qué hacemos con Hace tiempo que no nos vemos? ¿Qué es ese que no nos vemos? CRég no puede ser, porque no es un SPrep. ¿Adyacente? Pero ese que no parece un Pronombre Relativo. O, tal vez, tanto en el caso de estar introducido por preposición como por este que, podría pensarse que se trata de un CCT que marca el punto de inicio de ese tiempo, largo o corto, en que no nos hemos visto, no nos hemos encontrado o acabó aquello.

P.S. de 8 de mayo de 2013:  

Lo que se suele indicar es que tiempo de/desde/que ... es CD de hace, SN. El núcleo es el sustantivo tiempo, y lo que viene a continuación, Adyacente, que puede ser:

a) SPrep: Hace tiempo de nuestro último encuentro / Hace tiempo de eso.

b) Proposición Subordinada: Que se considera Sustantiva, en función de Adyacente. El nexo que es una conjunción. Hace tiempo que no sabemos nada de ti. 

    Esta solución es plausible, sensata y tal vez la única posible, aunque las dudas de razonamiento lógico volcadas en este artículo no pierden fuerza ni vigencia.

Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://www.bancodeimagenesgratis.com

    

domingo, 23 de marzo de 2014

Comentario de Texto. Lengua Castellana y Literatura

SELECTIVIDAD

Opción B del Examen Reserva B de Septiembre 2013

POSIBLES SOLUCIONES PARA COTEJO

INTRODUCCIÓN: AL ALUMNADO CURIOSO


Estimado alumno, estimada alumna de alguno de mis Segundos del Curso 2013-2014:

     Si verdaderamente has hecho por tu cuenta las Cuestiones 1-3 (lo contrario me sorprendería, no solo por lo obligatorio de la actividad, sino asimismo por tu insistencia en que debíamos hacer más Comentarios Críticos en clase), te ofrezco ahora posibles soluciones para que puedas cotejar tu trabajo con alguna referencia. Como probablemente no te hayas leído aún Los girasoles ciegos, debo anunciarte que. si eres tú uno de los elegidos para que le califique el trabajo, no tendré en cuenta la parte de contextualización, pero tú, por tu parte, tenlo en cuenta por si afrontas un fragmento de esta obra en Selectividad.

     Un saludo a todos.


EL EXAMEN


OPCIÓN B   

     —El niño no volverá al colegio. Diles que está enfermo.
     —Eso levantará aún más sospechas.
     —Pero no podemos exigirle que soporte eternamente los acosos de ese fraile. Tenemos que cambiarle de colegio, o lo que sea.
     —Los dos aguantaremos a ese untuoso, no te preocupes.
     Cada mañana, las resistencias del niño a ir al colegio adquirían formas nuevas: unos días fingía una tos que le hacía vomitar el desayuno, otros un dolor insufrible de estómago le mantenía con la cabeza en las rodillas mientras su madre trataba de vestirle con dulzura, otros, sin más, lloraba dócilmente. 
    Sólo cuando la evidencia hacía inevitable el camino del colegio, abandonaba sus lamentos en favor de una resistencia pasiva que multiplicaba el tiempo necesario para dar un paso, para recibir un beso o guardar el cuaderno de tareas en la mochila de cuero.
    Elena, ya en la puerta del colegio, empujaba suavemente a su hijo hacia el interior del patio y le susurraba al oído una frase cómplice:
    —Tenemos que ser fuertes para ayudar a papá. Él nos necesita. 
    Después, permanecía junto a la valla del recinto hasta que un coro de voces infantiles comenzaba a cantar Montañas nevadas o cualquier otro himno patriótico. La rutina de lo oscuro comenzaba con la ternura de esas voces que ensalzaban epopeyas desconocidas con palabras ininteligibles para ellos. Eran los tiempos de lo incomprensible y nadie trataba de entender lo que ocurría. 

                                                        ALBERTO MÉNDEZ: Los girasoles ciegos


Cuestiones  

1.  Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto. (Puntuación máxima:  1.5 puntos).
2.  2. a. Indique el tema del texto. (Puntuación máxima: 0.5 puntos).      2. b. Resuma el texto. (Puntuación máxima: 1 punto). 3. Realice un comentario crítico del contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos). 4. Indique la clase y la función de los pronombres señalados en el texto: les, nos, que y nadie. (Puntuación máxima: 2 puntos). 5.  Exponga las principales características de género de la novela. (Puntuación máxima: 2 puntos).
                            

LA PREGUNTA 1 RESUELTA

Lo primero que hay que entender es que este texto es susceptible de distintas divisiones. Propongo estas:

I. CLÁSICA ESTRUCTURA NARRATIVA: Dado que estamos ante un fragmento narrativo, ¿es posible dividirlo en Presentación, Nudo y Desenlace?
     Esto es lo que, generalmente, suelen hacer los alumnos. No siempre es posible hacerlo, pero en este caso tiene cierta lógica. Así que presentamos la siguiente respuesta:

El texto presenta una estructura tripartita que concuerda con una estructura narrativa lineal.
Primera Parte: PRESENTACIÓN. Lo constituye el primer párrafo, el diálogo inicial (desde "-El niño no volverá ..." hasta "..., no te preocupes").
- Se sitúan los personajes principales (padre, madre y niño) y el antagonista (un cura); también el contexto espacial (un hogar, suponemos; un colegio).
- Se plantea la posibilidad de hacer que el niño no vaya al colegio, pero se descarta por sospechosa.

Segunda Parte: NUDO. Párrafos centrales (2º, 3º y 4º); desde "Cada mañana, las resistencias del niño..." hasta "Él nos necesita." 
- Se plantea el conflicto de la resistencia del niño a ir al colegio: activa (fingimiento de enfermedades o llanto) o pasiva (ralentizando el tiempo de las acciones previas a la cita escolar).

Tercera Parte: DESENLACE. Último párrafo (desde "Después, permanecía junto a la valla ..." hasta "... nadie trataba de entender lo que ocurría").
- El niño acaba por entrar en el colegio, lo cual significaba también entrar en unos nuevos tiempos incomprensibles.
- La madre, igual que con su marido en la Presentación, anima al hijo a ir al colegio para no levantar sospechas, como una manera de ayudar a su padre.

II. ESTRUCTURA LÓGICA: Es posible observar otras estructuras igualmente plausibles. Existe una lógica de los acontecimientos similar a la deductiva (de lo general a lo particular). Partiendo de una tesis "El niño debe ir al colegio aunque hay problemas" vemos la siguiente secuencia: el diálogo inicial es muy general y abstracto (es una decisión): el padre no quiere que vaya al colegio pero la madre acaba por imponer la idea global de que el niño debe ir y esquivar el acoso del cura; en una segunda parte, de mayor nivel de concreción, el segundo párrafo, contradice esa opción con diferentes ejemplos de los fingimientos y lágrimas del niño para oponerse a ir al colegio, y el tercer párrafos son ejemplos de su resistencia pasiva; por último, el niño llega al colegio, en el más alto nivel de concreción, y entra en él, llevando a la práctica la tesis inicial. La última frase, no obstante, es muy general, la más general de todas.
LA PREGUNTA 2 RESUELTA
2.1. TEMA: Resistencia de Lorenzo para ir al colegio y conveniencia de hacerlo para no levantar sospechas.
2.2. RESUMEN: Lorenzo no quiere ir al colegio: su maestro, un cura, lo agobia. Sus padres debaten la opción de que no vaya, pero lo más conveniente es que lo haga, y Elena debe esforzarse para que su hijo acuda a la Escuela. Le recuerda que es una manera de ayudar a su padre.

 
LA PREGUNTA 3 RESUELTA
Alberto Méndez, un escritor contemporáneo (1941-2004) solo escribió Los girasoles ciegos, una colección de cuatro relatos ("derrotas") ambientadas en la Guerra Civil o, más bien, en su final y principio de la posguerra. Nuestro texto pertenece al último (Cuarta derrota: 1942 o Los girasoles ciegos), un relato excepcional del que se ha rodado recientemente una película homónima, dirigida por José Luis Cuerda, con Maribel Verdú y Javier Cámara como actores principales.
     La excepcionalidad de este relato se basa en el tratamiento de distintos elementos narrativos. Especialmente destaca la intriga, la manera en que Méndez nos lleva, poco a poco, a un desenlace en cierto modo predecible (es una derrota, al fin y al cabo) y lo hace de una manera multifocal, pues se nos presentan los hechos a través de tres narradores: el cura Salvador, que escribe una carta narrando lo que ha vivido a modo de confesión (se marca en cursiva); Lorenzo, el niño, que nos relata la historia desde sus recuerdos infantiles (se destaca en negrita); y un narrador omnisciente, que nos presenta los sucesos de manera más objetiva y los pensamientos y diálogos pertinentes (en letra redonda). Nuestro texto es un fragmento de este último tipo, con narrador omnisciente. Ricardo Mazo, el padre de Lorenzo, al que todos creen muerto en el asedio de Madrid, vive escondido en un armario. Esta situación marca la vida de Lorenzo, que debe relacionarse con los demás niños y adultos en el colegio y en el barrio fingiendo que su padre había muerto, en un nuevo régimen franquista, y en su casa siguiendo unas rígidas normas para que su padre no sea descubierto. Su madre, Elena, se encuentra discutiendo con Ricardo acerca de la conveniencia de que Lorenzo siga yendo al colegio. El maestro, el hermano Salvador, es un fanático del nuevo régimen y se ha fijado en Lorenzo, al que interroga a menudo sobre su vida familiar. Esto provoca que el niño no desee acudir al colegio (se siente acosado por él) y también que su padre proponga que no vuelva a esa escuela, pero Elena se opone pues eso podría levantar sospechas.
     Es lógico que Ricardo, intelectual y activista de izquierdas, quiera evitarle ese mal trago a su hijo y, aunque es esa su preocupación, en el fondo sabemos que existe un motivo más poderoso para hacer que el niño no vuelva a ese colegio: el cura acabará, a la postre, por descubrir a Ricardo y llevarle a su muerte. Pero eso él, a esta altura del relato (podríamos considerarla aún la Presentación) no lo sabe ni puede siquiera sospecharlo. La opinión de Elena es más razonable, dado que una viuda que debe trabajar para sostener a su hijo con escasos recursos daría que hablar al barrio si fingen que Lorenzo está enfermo y el cambio de colegio se antoja bastante complicado. Deben seguir fingiendo, y el mayor esfuerzo por sostener este fingimiento debe realizarlo Lorenzo.
     Este trata de evitar el momento de acudir al colegio fingiendo enfermedades o llorando, pero su madre, siempre cariñosa con él, le acaba por llevar allí. Lorenzo, tras los intentos por evitar ir a la escuela, va retrasando todos los gestos previos a pasar la verja (preparar la mochila, caminar, darle un beso a su madre, ...). Ella, a modo de consigna, le susurra, antes de empujarle para que entre, la necesidad de aguantar esta desagradable y peligrosa situación por su padre (que el lector aún no tiene del todo claro).
     Elena siempre se queda mirando, desde la valla, a su hijo, un gesto propio de los padres que dejan a sus hijos en el colegio, pero que en este texto tiene otros dos valores relevantes. El primero, de tipo práctico con respecto a la trama, es que de igual modo el hermano Salvador la acabará por mirar a ella, lo que dará pie para que, creyéndola viuda, se acabe enamorando de ella y, por tanto, provocando el desenlace trágico. De otra parte, la madre no solo mira a su hijo, sino que también mira la nueva situación del país. La educación que va a recibir su hijo supone un aleccionamiento en unos ideales, una interpretación de la realidad y una religión obligada con la que ella no puede estar de acuerdo, pero tampoco manifestar su rechazo. Situados en 1942, no está demás recordar que tan solo dos años y poco antes, ella, su marido, sus vecinos, se encontraban resistiendo en Madrid contra los que ahora son las autoridades. Esta ideología, encarnada en una imagen idílica e idealizada de la historia de España desde el punto de vista de la Falange y el franquismo, se concreta en una educación muy distinta a la que Ricardo y ella misma le están dando a Lorenzo, si bien con cautela para no provocar en su mente contradicciones de difícil resolución. Las canciones que cantan los niños en el patio, como Montañas nevadas, de corte militar y de exaltación de un patriotismo fervoroso, tienen unas letras que los mismos niños no entienden ni pretenden entender: sencillamente las cantan, es lo que se debe hacer, y ya está. Tras el trauma de la guerra y el principio, muy duro, de la dictadura, lo último que hacen los ciudadanos es cuestionarse nada. Al contrario, se acepta la nueva situación en silencio, y nada más. Una situación muy parecida a la descrita por Orwell en 1984, donde todos son observados por el Gran Hermano y cualquier gesto de disgusto puede interpretarse como una deslealtad y llevar a la muerte. Y, aunque el escritor británico se refería más bien a un sistema opresivo de izquierdas en un hipotético futuro, lo cierto es que es el resultado y la situación de cualquier clase de dictadura. De hecho, en la España de la posguerra, sobre todo de los años 40, las delaciones eran frecuentes y llevaban al paredón y a las ejecuciones, tras torturas, a muchas personas, de una manera parecida a como Orwell detalla en su novela. De igual modo, precisamente el comportamiento un poco extraño del niño es el que, al fin y al cabo, llama la atención del religioso.
     El texto es un fragmento importante, pues, por dos motivos: establece los objetivos de la familia (aguantar lo posible en el escondite y con un fingimiento difícil de sostener) y anticipa un final trágico a través de la resistencia de Lorenzo a acudir al lugar donde se encuentra el antagonista que llevará a la ruina a su familia. Y todo ello a pesar de encontrarnos al principio del relato. Así, la palabra clave que podría definir su contenido y sentido es "resistencia", que observamos en expresiones como Los dos aguantaremos a ese untuoso  o Tenemos que ser fuertes para ayudar a papá. Una resistencia a la realidad de fuera de la casa a la que Lorenzo no quiere acudir (la otra "resistencia", la de ir al colegio). Con respecto al uso del lenguaje, la selección léxica y su uso ligeramente metafórico parece ser el rescurso más destacado, pues ante la dureza de la situación, que se expresa mediante los conceptos "resistencia" y "fingir", aparece por contraste lo suave y auténtico (lo humano) acudiendo al campo semántico de las sensaciones (sinestesias), en el trato de Elena hacia su hijo: ... mientras su madre trataba con dulzura, ... (línea 8), aunque pide que finja, o el tono de voz de los niños (la infancia misma), en ... con la ternura de esas voces ... (último párrafo).
     También el término "padre" es muy importante. De una parte, Ricardo, el padre de Lorenzo, es el elemento disonante en la realidad del niño: es un padre que nadie debe saber que existe y que hay que presentar al mundo como muerto, y es por él por el que hay que sostener dos verdades, vivir en dos mundos (en casa y a oscuras, con su padre vivo; fuera o cuando hay visita, con su padre muerto, como si el armario donde se esconde fuese en cierto modo su ataúd). Pero, de otra parte, Salvador, además de padre en el sentido religioso, querrá abandonar su vocación para casarse con Elena y, por ello, transformarse en el nuevo padre de Lorenzo. Este choque entre padres reales y virtuales a la vez es la base de la historia.
      De hecho, la construcción de un mundo dentro de otro, o en paralelo, se observa en la adjetivación elegida por Méndez en este fragmento. Porque el lenguaje es aparentemente objetivo en boca del narrador omnisciente, pero esto no es del todo cierto. El mismo narrador va valorando, sobre todo mediante adjetivos construidos con prefijos de negación in- o des-: inevitable el camino al colegio (como inevitable es vivir bajo el yugo del nuevo régimen); insufrible el dolor que fingía Lorenzo ante su madre para evitar ese camino; desconocidas eran las historias heroicas que cantaban con palabras que no podían comprender (ininteligibles), es decir, la nueva visión que se daba de la historia y del presente es parcial y falsa (de ahí lo de desconocidas, y también en el sentido de que los niños a partir de ahora no comprenderán de modo completo lo que había pasado en España de 1936 a 1939) y las palabras ininteligibles hacen referencia tanto al nuevo y pomposo vocabulario del triunfo como a que estas representan no más que palabrería propagandística sin que el mensaje real cale en ellos (ni en los niños, que en esos momentos no son más que niños, ni en la población de Madrid en 1942, que conocen la verdad aunque no hablen de ella).
    Por eso, eran tiempos de lo incomprensible: porque nadie intenta comprender nada, sino tan solo vivir lo mejor que se pueda (de nuevo, nos acordamos de 1984). Esta valoración del narrador omnisiciente de los nuevos tiempos (principios del franquismo) como lo incomprensible encuentra antes su expresión en la rutina de lo oscuro: son tiempos de oscuridad, por cuanto se falsea o se oculta la realidad, y por lo que supone muerte y desgracia aún. La rutina de lo oscuro son todas las pautas que Lorenzo y el resto de niños realizan y repiten en el colegio, que los ciudadanos de Madrid hacen y dicen en las calles. Al terminar nuestro texto con la frase Eran los tiempos de lo incomprensible y nadie trataba de entender lo que ocurría el narrador muestra su subjetividad y nos define toda una época. Reina el miedo y la confusión, y lo mejor era no querer saber ni entender nada en una dictadura incipiente.
     De una escena familiar hemos pasado a un axioma histórico expresado como una generalización. La lectura del fragmento nos lleva, irremediablemente, a apreciar la democracia como un espacio donde conocer y expresarnos en libertad, un bien que no todos en este mundo pueden disfrutar. Ahora bien, ¿deseamos conocer? La conciencia individual, así como el sistema educativo y la propia sociedad, deben llevarnos a usar las posibilidades que nos da una sociedad democrática como la nuestra para tener ideas propias, opinión, pensar y construir el pensamiento libre y razonado, dialogante y crítico. Si no, viviremos en otro tipo de oscuridad. El hecho de tener más libertad y el medios no es suficiente para que se desarrolle el pensamiento crítico, que no acepta porque sí las "verdades" que se lanzan en eslóganes y modas de consumo o de comportamiento, los "valores" que se propmocionan desde diferentes instancias.
     Así, el fragmento y la obra nos dan a conocer y a sentir, en último término, las dificultades de una España de posguerra donde el fingimiento, la prudencia y el silencio eran muy necesarios para subsistir entre el miedo y las carencias materiales e intelectuales.
 
 
 
Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com/
                                                      

domingo, 9 de marzo de 2014

Selectividad 2013 Septiembre Reserva B Opción B

Comentario de Texto. Lengua Castellana y Literatura

SELECTIVIDAD

Opción B del Examen Reserva B de Septiembre 2013

INTRODUCCIÓN: AL ALUMNADO CURIOSO


Estimado alumno, estimada alumna de alguno de mis Segundos del Curso 2013-2014:

     Te he proporcionado guiones de cómo se hace un Comentario Crítico en función de si el texto es periodístico o literario y, en este último caso, según el género. Te he proporcionado ejemplos de comentarios críticos con textos concretos. Te he dado consejos para hacer un Resumen, determinar un Tema y señalar la Estructura y Organización de Ideas de diversos tipos de textos, trabajándolos en Hojas de Trabajo y Exámenes de Selectividad diversos. Por último, he publicado en este blog y en su página web hermana exámenes de Selectividad muy recientes comentados e incluso hechos.
     Ahora te toca a ti. Creo que esto responde a la petición de muchos que manifiestan no saber hacerlos, a pesar de todo lo mencionado y su talento natural para comprender textos y comentarlos.
           
     Por ello, publicamos ahora la Opción B del Examen Reserva B de Septiembre de 2013, cuyo texto es un fragmento de Los girasoles ciegos (¿te estás leyendo el libro? Hay ya algunos que lo han hecho). En clase empezarás a trabajarlo y su resultado deberás traerlo la semana que viene. Tomaré de 8 a 10 por clase y lo calificaré. Una solución plausible con la que podrás cotejarlo se publicará una vez que os devuelva corregidos los trabajos.

     Un saludo a todos.


EL EXAMEN


OPCIÓN B   

     —El niño no volverá al colegio. Diles que está enfermo.
     —Eso levantará aún más sospechas.
     —Pero no podemos exigirle que soporte eternamente los acosos de ese fraile. Tenemos que cambiarle de colegio, o lo que sea.
     —Los dos aguantaremos a ese untuoso, no te preocupes.
     Cada mañana, las resistencias del niño a ir al colegio adquirían formas nuevas: unos días fingía una tos que le hacía vomitar el desayuno, otros un dolor insufrible de estómago le mantenía con la cabeza en las rodillas mientras su madre trataba de vestirle con dulzura, otros, sin más, lloraba dócilmente. 
    Sólo cuando la evidencia hacía inevitable el camino del colegio, abandonaba sus lamentos en favor de una resistencia pasiva que multiplicaba el tiempo necesario para dar un paso, para recibir un beso o guardar el cuaderno de tareas en la mochila de cuero.
    Elena, ya en la puerta del colegio, empujaba suavemente a su hijo hacia el interior del patio y le susurraba al oído una frase cómplice:
    —Tenemos que ser fuertes para ayudar a papá. Él nos necesita. 
    Después, permanecía junto a la valla del recinto hasta que un coro de voces infantiles comenzaba a cantar Montañas nevadas o cualquier otro himno patriótico. La rutina de lo oscuro comenzaba con la ternura de esas voces que ensalzaban epopeyas desconocidas con palabras ininteligibles para ellos. Eran los tiempos de lo incomprensible y nadie trataba de entender lo que ocurría. 

                                                        ALBERTO MÉNDEZ: Los girasoles ciegos


Cuestiones  

1.  Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto. (Puntuación máxima:  1.5 puntos).
2.  2. a. Indique el tema del texto. (Puntuación máxima: 0.5 puntos).      2. b. Resuma el texto. (Puntuación máxima: 1 punto). 3. Realice un comentario crítico del contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos). 4. Indique la clase y la función de los pronombres señalados en el texto: les, nos, que y nadie. (Puntuación máxima: 2 puntos). 5.  Exponga las principales características de género de la novela. (Puntuación máxima: 2 puntos).
                            

LA PREGUNTA 4 RESUELTA

Les: Pronombre Personal Átono, de 3ª persona del plural. No podemos decir si es femenino o masculino: se refiere a los maestros, a los representantes del colegio, con cierto valor impersonal. No es reflexivo ni recíproco. Su función es la de Complemento Indirecto del verbo decir en la oración Diles que está enfermo.

Nos: Pronombre Personal Átono, de 1ª persona del Plural. Aunque, por referirse a persona, parece un CI (¿A quiénes necesita? A nosotros) en realidad es CD de necesitar en la oración Él nos necesita (¿Qué necesita? - A nosotros. Nosotros somos necesitados por él).

Que: Pronombre Relativo, cuyo antecedente es voces, esas voces, que es su significado en este ejemplo. Por tanto, tiene dos funciones:

1ª) Es nexo que introduce en el SN el Adyacente de voces (que ensalzaban epopeyas desconocidas con palabras ininteligibles para ellos). Este Adyacente es una Proposición Subordinada Adjetiva.

2ª) Dentro de la subordinada, es el Sujeto de ensalzaban, pues significa 'Esas voces'.

Nadie: Pronombre Indefinido de 3ª Persona del Singular, con significado de cantidad cero. Es el sujeto de la oración cuyo verbo principal es la perífrasis trataba de entender. Dado su carácter, funciona a nivel oracional como negación del verbo, luego tiene también valores propios de un CC o CO de Negación.

EJERCICIOS


1º) Consultando los consejos en www.manojitos-de-mirra.webnode.es determina tema, resumen y organización de ideas.

     Pistas:

a) Pregúntate: ¿De qué trata el texto? Intenta dar una idea principal.
b) Extrae una idea principal de cada párrafo y bloque de diálogos, teniendo en cuenta que se trata de un texto narrativo.
c) Aunque es un fragmento de un relato, no te ofusques en la estructura Presentación-Nudo-Desenlace. Si te decides por ella, debe quedar bien justificada. Es interesante la opción de ver aquí una cadena de relación causa-efecto, pero también es difícil de justificar. Si no ves el tipo de estructura (consulta las fotocopias que te di), divide el texto en partes lógicas y titula cada una según su tema.

1º) Consultando los consejos y el guion en www.manojitos-de-mirra.webnode.es intenta realizar un Comentario Crítico.

     Pistas:


a) Una simplificación del guion puede ser:

INTRODUCCIÓN: Contextualización-Modalidades Textuales-Resumen extendido con conexión con lo que sabemos de nuestra
lectura completa de la obra.

INTERETACIÓN DEL CONTENIDO: Comenta los personajes y sus relaciones; quiénes son los que hablan y a quién se refieren; qué quieren decir con eso de las sospechas: ¿qué está pasando en esa familia?; tipo de narrador; conexiones con otros relatos del mismo libro.

Puedes comentar tono, ritmo, tema, estructura, ...

LENGUAJE Y FIGURAS RETÓRICAS: Dedica un poco de tu comentario a reflexionar sobre el lenguaje usado. Observa las diferencias de lenguaje entre narrador y personajes. Busca rasgos de subjetividad si hay y de objetividad si se destaca mucho. Si encuentras un uso del lenguaje llamativo u original coméntalo (posiblemente sea una figura retórica).

OPINA: Da tu opinión sobre las claves del fragmento en la obra y sobre la obra en el panorama literario. Opina también sobre algún tema que te suscite la lectura del fragmento.

CIERRA: Pon una conclusión. Recapitula o proyecta hacia lo que ocurrirá después.

b) Vamos a valorar que escribas bien y de seguido, con conexión de ideas; la correcta interpretación del texto; la extensión y conexiones con lo que sabes de la obra y el autor; que ejemplifiques con frases del texto a lo largo de tu discurso.

¡Ánimo! ¡Tú puedes! ;-)


Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com/