lunes, 31 de octubre de 2016

Pensamiento



El humor puede llegar a ser la más alta manifestación de pesimismo.

domingo, 30 de octubre de 2016

Literatura en las aulas de Secundaria

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¿POR QUÉ Y PARA QUÉ LA LITERATURA EN SECUNDARIA?

Asimsimo, los estudios antropológicos han mostrado que los miembros de algunas tribus primitivas tienen dos nombres: uno "ficticio", que utilizan para relacionarse con los demás, y otro "auténtico", que mantienen en secreto porque creen que quienes lo conocieran podían tener poderes mágicos sobre ellos.

ANTONIO-ENRIQUE PÉREZ LUÑO: Teoría del Derecho. Una concepción de la experiencia jurídica, Tecnos, 5ª edición; Madrid, 2006; p. 31).

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Ya dije una vez, en relación con la sintaxis, que me parecía una falacia ese ¿para qué? Si nos ponemos así, ¿para qué sirve calcular una raíz cuadrada y la trigonometría?, ¿para qué sirve saberse la tabla periódica?, ...

    Pero bueno, en todo caso podríamos preguntar:

¿Qué aporta el estudio de "mundos de ficción", es decir, de la Literatura, en unos planes de estudios generales como la Secundaria?

     Las respuestas son muchas. Pero partamos de la idea de que las asignaturas que podríamos considerar más "serias", más "científicas", más "instrumentales" también operan con ficciones. Un mapa, pongamos por caso, es una ficción, una representación que nos ayuda a entender la realidad. Pero, por supuesto, no esperaríamos encontrar los paralelos si viajamos por mar, o toparnos con las líneas de los trópicos. Esto lo dijo Ortega y Gasset, al que cita Antonio-Enrique Pérez Luño [op. cit., p. 36]: "¿No es grotesca la representación topográfica de una tierra? Y, sin embargo, nos sirve el mapa para caminar seguros por ella; este carácter de ficción que tiene el concepto, ésta su consciente falsedad, es su mayor virtud [...]. La verdad resulta cuando al trasluz de ese mundo ficticio miramos la realidad" (Obras completas, vol. 2; Alianza/Ed. Revista de Occidente, Madrid, 1983; p. 649). Las matemáticas, pongamos por caso, operan con abstracciones (los números) y nos propone auténticos juegos de lógica (los problemas).
    
8574543784 ccbc14fc0a     Siguiendo a S. Stuart Park, podemos señalar que la diferencia básica entre ambas ficciones es que la geográfica no deja de ser centrífuga a ella, hace referencia a la realidad que desea representar (predomina la Función Representativa o Referencial; el contexto, lo externo al texto, es lo importante), y lo mismo diríamos de la ficción del núcleo atómico representado por "bolitas" (neutrones, protones, ...), y cualquier otra de este tipo. Sin embargo, el texto literario es centrípeto, mira hacia sí mismo, lo importante es su mensaje per se, y por ello predomina la Función Poética: aquí sí que crea su propio mundo y este es un verdadero Universo, donde no existe la verdad ni la mentira, sino lo verosímil y lo inverosímil. De este modo, en El Señor de los Anillos es perfectamente asumible la existencia de la magia y de los orcos y los elfos (que son mentira en nuestro mundo "real") y, sin embargo, no podemos aceptar que Gandalf saque un móvil del bolsillo de su túnica y le pregunte a Frodo que dónde está vía What`sApp, y si ha llegado ya al Monte del Destino (porque esa situación es inverosímil en ese mundo ficticio, aunque para nosotros es una realidad diaria).

6865424072 8326486ff4     Al estudiar Literatura, estudiaremos textos que nos ayudarán a entendernos a nosotros mismos, a los demás, otras épocas históricas (no solo por lo que pasó, sino por lo que en esa época se podía imaginar que pasara, se podía especular, hipotetizar, crear, construir), la expresión verbal de los sentimientos, la belleza formal de las palabras, mundos paralelos que jamás existieron ni existirán, opciones y cálculos que sí pueden verse hechos realidad (ahí tenemos los ejemplos de Julio Verne o de Aldous Huxley) y nos harán reflexionar y preguntarnos sobre muchos temas.


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Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com/


Gramática sumeria y reflexiones de un inexperto

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EL NAM Y EL AMÉN


ADVERTENCIA: Para el que no se haya acercado antes a este blog y recale en este artículo, he de decirle que no soy un experto en absoluto en Sumerología. Soy un modesto profesor de Lengua Castellana y Literatura en un Instituto de Secundaria, que de vez cuando, y muy lentamente, se acerca a la Historia y Gramática Sumerias sin ninguna pretensión. Este es mi blog personal, y vierto en él reflexiones y opiniones, no siempre científicas y casi siempre con dudas y haciendo preguntas, más que contestándolas.


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¿Cuántos años llevo ya con la Gramática de la Lengua Sumeria de Rafael Jiménez Zamudio, sin llegar al verbo aún? Aun con todo, o tal vez por la lentitud con la que transito por sus páginas, a veces me advienen determinadas ideas que proyecto en reflexiones como esta.
     En relación con los sustantivos prefijados, encontramos, por ejemplo, que nig̃2, palabra que significa 'algo', se usa de prefijo para formar sustantivos concretos, especialmente aplicados a verbos, aunque también a otros sustantivos. Por ejemplo, si ba es 'dar', nig̃2 -bar es 'regalo', y si gu7 es 'comer', nig̃2-gu7 es 'alimento'.


      El caso contrario lo encontramos en nam. Bueno, nam es ya de por sí un sustantivo abstracto, que significa 'destino', pero un destino invariable, irrefutable, imposible de cambiar. Este sustantivo abstracto es el que se usa para formar otros sustantivos abstractos. Podemos comprenderlo semánticamente en el siguiente sentido. Si dam es 'cónyuge', entonces el "destino" de un cónyuge, lo que le es propio, es el 'estado marital', el nam-dam. El estado propio de un rey (lugal), su destino en el que se halla, es la 'realeza' (nam-lugal). También se aplica a adjetivos: lo propio de la cualidad de 'excelso' (mah) es la 'excelsitud' (nam-mah); y a verbos: el estado que nos proporciona 'vivir' (ti.l) es la 'vida' (nam-ti.l). Así visto, el "destino", el nam imposible de cambiar, no parece un final al que nos lleva el hado, como lo concebimos nosotros (en frases como "Fracasó: era su destino"), sino más bien tiene un sentido de presente constante, de lo que es propio. Así, el "destino" de una lombriz, su nam, es "vivir bajo tierra y ser ciega", por ejemplo, y este destino no es su final, es lo que es. El destino de un dios (dingir), por tanto, es la divinidad (nam-dingir), y eso es así siempre.

33558759955 38d16e2c83      Frente al nam, el destino imposible de cambiar, encontramos el nam-tar, que es el destino que nuestros actos pueden modificar. Curiosamente, tar es un verbo que significa 'cortar'. Es un poco como si pudiéramos cortar la trayectoria del nam; es decir, podemos salirle un poco al paso. Es el destino cortado, es el hado, y este concepto sí se parece un  poco más a nuestro "destino", algo más cercano a una tendencia natural contra la que se puede luchar, o un final reservado para los que actúan de una forma u otra: es la ruta que le marcamos a nuestro destino según nuestros actos y decisiones.
     Por otro lado, para algunos autores nam procede de *na-i-me ('es así'), que recuerda bastante en pronunciación, pero totalmente en su significado, al "amén" hebreo. Esta última afirmación la vierto, en lo que hace a la pronunciación, sabiendo que hago etimología popular, por lo que dejo como curiosidad la coincidencia de consonantes. Pero creo que me acerco algo en la semántica. Amén es palabra difícil de traducir, generalmente se hace en subjuntivo, "así sea", casi como la expresión de un deseo, lo cual lo justifica como cierre de peticiones a Dios. Pero más bien parece que debería traducirse en infinitivo, "así es", por eso Cristo es el "amén". Significa "sí", en realidad, es una forma de aprobación.
     En ningún caso, repito, estoy vinculando etimológicamente nam a amén. Pero conceptualmente, desde luego, los significados de *na-i-me y amén están muy cerca.

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Texto: José Alfonso Bolaños Luque
Imágenes: http://photopin.com/